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Lo habrían asesinado hace 13 años, pero no encuentran su cuerpo
Luis Javier Corrales Mera se fue a una fiesta y nunca más regresó a casa.

Nancy Mera y Luis Gustavo Corrales han agotado sus recursos y energías para que se descubra el misterio de la desaparición de su hijo.
Nancy de Jesús Mera, de 62 año,s y Luis Gustavo Corrales, de 67, han pasado 13 años buscando la verdad de lo ocurrido con su hijo Luis Javier, que el 29 de julio del 2006 tenía 21 años. En aquel entonces, él fue a una fiesta de graduación con un amigo a la parroquia Santa Rosa.
Eso fue lo último que supieron de él. Incluso, su padre guarda el mensaje que le envío: “Soy Javier, estoy en una fiesta con un amigo, me va a dejar. No se preocupen”.
Luis Gustavo lamenta que, en ese tiempo cuando apenas su hijo desapareció, no lo hayan buscado con ahínco. “¡Capaz que ya lo hubiéramos encontrado!”, lamenta mientras los recuerdos aparecen en su mente y no puede controlar el llanto. “Era buen hijo. Como yo pasaba más afuera de la ciudad, se entendía más con la mamá. Era humilde y demasiado confiado”, rememoró el progenitor.
Muy cerca y sentada cerca de una foto grande de su hijo que tiene el letrero de ¡Ayúdanos a encontrarlo!, doña Nancy expresó: “Mientras más pasa el tiempo es más grande este dolor”.
Sumida en el llanto de la impotencia recordó que desde el primer día que su hijo no llegó a dormir a casa lo buscaron de manera incansable junto con la familia y entre las tantas versiones que escucharon en el sector donde lo vieron por última vez, es que Luis fue acuchillado dos veces, lo embarcaron en una camioneta y lo desaparecieron.
Aseguraron que aceptan que esté muerto, pero quieren tener sus restos para llevarlo a nicho y saber dónde está.
UN NIETO ES EL MOTOR DE VIDA
La pareja habita en el barrio Huaspacocha, vía a Quisapincha, zona alta de Ambato, provincia de Tungurahua. Eran padres de dos hijos, Luis y Mónica. A los cuatro años que desapareció Luis, Mónica también se enfermó y murió de un infarto. Ella tuvo un hijo y ahora es la compañía de Nancy y Luis Gustavo. “Nuestra fuerza es el nietecito, por él vivimos”, aseguró doña Nancy.
Cuando se enteraron que al parecer asesinaron al hijo, ella aceptó primero que su esposo, él hace un mes cuando el fiscal que lleva el caso le soltó de manera tajante que, de acuerdo a las indagaciones y declaraciones realizadas, al hijo lo habrían asesinado.
Nancy y Luis Gustavo insisten que no hubo una verdadera investigación cuando recién ocurrieron los hechos. Aseguran que pagaron en varias ocasiones a los policías y a detectives privados para que acudan a indagar e incluso un fiscal la desalojó de manera grosera de la Fiscalía porque no quería verla llorar.
Desde ese tiempo a la actualidad, el caso ha pasado en manos de diez fiscales y una cantidad igual de agentes. Aseguró que en los últimos años les han prestado mayor atención. Ahora las investigaciones las lleva el agente Luis Lamar de la Unidad de Desaparecidos de la Dinased. Esperan que no los lleve la muerte sin desentrañar el misterio de lo que pasó con su hijo Luis.