“Víralo, víralo para que no se ahogue con su sangre. Todavía se mueve, parece que está vivo”. Estos y otros gritos desesperados se escuchaban en el malecón de Santa Rosa, provincia de Santa Elena, entre quienes veían a un hombre que yacía tendido en la calle, boca abajo y desangrándose.

Minutos antes, a eso de las 20:00 del sábado 7 de agosto, tres de los cinco balazos que se escucharon impactaron en la humanidad de aquel ciudadano muy conocido en la zona como Néstor, y quien a diario solía acudir a ese lugar para compartir con sus amigos pescadores.

Varias personas testificaron que Néstor estaba sentado en una banca cuando llegaron dos sujetos en una moto. Uno de estos se bajó y le disparó a quemarropa. “Sicarios acribillaron a Néstor, lo mataron sin piedad”, comentó Jorge González, uno de los moradores del sitio.

Rogelio Tigrero, otro de los tantos que estuvieron en el escenario sangriento, afirmó que los motorizados dieron tres vueltas por todo el malecón antes de atacar a la víctima. “Como que lo andaban ‘cazando’ y aprovecharon que no había mucha gente para matarlo”, comentó.

Después de todas las diligencias que desarrolló la policía, el occiso fue identificado como Néstor Santiago De la Cruz Tomalá, de 40 años, residente de la parroquia Muey.

De la Cruz, quien no posee antecedentes penales, recibió los impactos de bala en la nariz, abdomen y por el pie derecho. Su muerte fue instantánea.

Revisan cámaras

El coronel José Vargas Alzamora, jefe del comando policial en la península, informó que se investiga si la muerte del hombre está o no relacionada con los otros asesinatos estilo sicariato que ocurrieron en esta provincia entre abril y mayo pasado.

El oficial confirmó que para cometer el crimen, el victimario utilizó un revólver. Los investigadores trabajan en la identificación de los criminales haciendo un seguimiento a las cámaras de videovigilancia del área donde ocurrió el hecho de sangre.

En las grabaciones se analiza si existió otro compinche que alertó a los asesinos en el momento que De la Cruz Tomalá se quedó solo. “Estamos verificando si alguien hizo alguna llamada telefónica en este lugar. Un equipo de élite está en las indagaciones. Vamos a encontrar a los culpables de este caso”, puntualizó Vargas.