La morgue de Milagro, en Guayas, la mañana del domingo 25 de julio  estuvo copada de personas que lamentaban a sus muertos por separado.

De un lado estaban los familiares de Humberto Steven Ochoa Cruz, quien falleció en un confuso incidente registrado entre la noche del sábado 24 de julio y madrugada del domingo 25, en la ciudadela 22 de Noviembre, al norte del cantón.

Su asesinato fue como consecuencia de un cruce de balas entre dos grupos de sujetos que iniciaron una pelea dentro de una casa que funcionaba como centro de diversión clandestino.

Desde ahí, el enfrentamiento en el que habrían participado unos 8 individuos se extendió por casi dos cuadras y las balas, según los moradores de ese populoso sector, ‘zumbaron’.

“Imagínese una bala perdida podría haber matado a alguna persona inocente”, dijo preocupado Pedro Maridueña, un militar jubilado a quien le balearon su camioneta que estaba estacionada afuera de su vivienda.

La víctima mortal de este cruce de balas apenas tenía 20 años y era residente de la ciudadela San Francisco.

Su tía María Judith Ochoa dijo entre lágrimas que espera que la justicia prevalezca.

En este caso, dos personas fueron detenidas, entre ellas un venezolano con discapacidad.

En el otro extremo del anfiteatro también lloraban los parientes de Diego Yampier Franco Cantillo, quien minutos después de haber llegado a una gasolinera, al ingreso del cantón Yaguachi, fue sorprendido por la actual pareja de su exmujer.

Luego de una discusión, este último le habría propinado una puñalada en el corazón, la noche del sábado.

El presunto autor de este crimen, de 18 años, y la joven por la cual se originó el problema, huyeron del sitio en una moto.

La víctima, aún con signos vitales, fue llevada al hospital cantonal y luego derivada a Guayaquil, pero en el camino, falleció.