En la zona rural de Rocafuerte, cantón de la provincia de Manabí, las muertes violentas eran acontecimientos que, en años anteriores, se observaban desde la distancia. Mientras en otros territorios se desataban matanzas, en estos lugares prevalecía la armonía y la tranquilidad.

Sin embargo, al finalizar el año 2023 e ingresar al 2024, la violencia ha llegado a estos parajes, sembrando el temor y la incertidumbre. El 25 de diciembre, Rubén Barberán Pico fue asesinado en el balneario Las Jaguas cuando salía de un balneario de agua dulce. El 31 de diciembre, Jorge Zamora Cuenca fue asesinado en la comunidad de Tabacales.

El 1 de enero, también en Tabacales, perdió la vida Javier Muñoz Giler. El último caso en la ruralidad de Rocafuerte ocurrió la noche del viernes 5 de enero, en el sitio Valdez. En esta ocasión, Johan Alejandro Zambrano Ruiz (26 años) fue la víctima.

Según la Policía Nacional, Zambrano se desplazaba en una motocicleta con otro ciudadano cuando fueron interceptados por individuos armados, quienes les dispararon repetidamente. Zambrano falleció en el lugar, mientras que su acompañante resultó herido.

"Estamos preocupados. En menos de 15 días, hemos tenido cuatro muertes violentas en Rocafuerte. Es algo a lo que no estamos acostumbrados", lamentó José Cedeño, habitante de Rocafuerte.

Cabe destacar que Zambrano no tenía antecedentes penales. Su cuerpo fue retirado de mañana del Centro Forense de Manta.