En 24 horas, literalmente, el cantón Milagro fue noticia nacional por el asesinato de dos personas en similares circunstancias. Aunque en escenarios distintos, la modalidad fue la misma: sicariato.

El primero fue como a la una de la tarde del martes 9 de marzo, dentro de una vulcanizadora del sector Bellavista, al oeste del ciudad guayasense. Dos impactos de bala, uno en la cabeza y otro en la pierna, comprometieron la vida de Pedro Rafael Anchundia León, conocido como el Chapo, quien falleció a las pocas horas en el Hospital del IESS-Milagro.

La noticia sobre su muerte apenas se estaba conociendo a través de las redes sociales y en el sector San Pedro, calles Boyacá y Jacobo Bucaram, cámaras de seguridad de una vivienda captaban los momentos en que se registraba otro asesinato, el miércoles 10,  antes de cumplirse las 24 horas.

Los autores de este nuevo crimen se movilizaban en moto y sin casco. La víctima era Kevin Cárdenas Dager, conocido también como Pantera, quien minutos antes de su muerte había ido, aparentemente, a una farmacia a comprar medicinas.

Los videos muestran al individuo, de 28 años, caminando junto a otra persona, cuando de un momento a otro, de atrás hacia adelante, los sicarios se le acercan y sin la necesidad de bajarse de la moto le propinan dos balazos en la cabeza. Su muerte fue instantánea.

El jefe de Operaciones del Distrito Policial Milagro, Diego Pavón, aclaró que no tiene nada que ver el asesinato del Chapo con el de Pantera. Sin embargo, recalcó, una vez más, que son muertes direccionadas que responden a una disputa de territorio entre las bandas delincuenciales de Los Choneros y Los Lagartos.