Los familiares de un motociclista de aproximadamente 26 años, quien murió luego de ser atropellado por una unidad del sistema Trolebús, les reclamaban a los policías por qué demoraba tanto levantar el cadáver.

El siniestro se registró a las 17:00 de la tarde del jueves 15 de octubre, en la avenida Moraspungo, en el sur de la ciudad. El cuerpo del joven permaneció por más de dos horas en la calzada.

Fue en ese momento que uno de los tíos transmitió un vídeo en vivo, por Facebook, mostrando su inconformidad.

El hombre inició grabando la escena de la madre del accidentado llorando sobre su cuerpo. Luego enfocó el vehículo que lo atropelló y registró las placas y el número de la unidad.

Después se acercó a los agentes de tránsito y policías nacionales, a quienes les increpó: “¿Por qué no viene la ambulancia para retirar a mi sobrino que está muerto?”. Finalmente grabó el patrullero donde estaba detenido el chofer.

Cuando llegó la ambulancia de Medicina Llegal, a las 19:00, los familiares casi golpean al conductor por la demora. Lo insultaron durante todo el procedimiento, hasta que se llevaron el cuerpo a la morgue.

DESCUIDO FATAL

Según versiones de los pasajeros que viajaban en la unidad que atropelló al joven, este habría invadido la vía a toda velocidad.

Los testigos informaron que venía desde la calle Teodoro Gómez de La Torre y cuando intentó pasarse al carril del Trole fue embestido por el articulado. “Quizás los árboles le taparon la visión”, comentaron algunos.

En la parte de atrás de la motocicleta iba su novia, quien logró evitar el accidente lanzándose del vehículo. Ella tenía golpes en la espalda y estaba aturdida por la caída. Los pasajeros contaron que la llevaron hasta la vereda para que se recuperara y saliera del estado de shock.

Mientras tanto, el joven conductor de la moto agonizaba en la acera. Los moradores dijeron que estuvo con vida por cerca de cinco minutos, pero luego dejó de respirar. Silvia Sánchez, vecina del sector, contó que ningún equipo de emergencia llegaba a socorrerlo, a pesar de que el Hospital IESS Quito Sur está a una cuadra del lugar del accidente.

Cuando una ambulancia del Cuerpo de Bomberos arribó al sitio, el paramédico únicamente confirmó la muerte del joven. La madre no se movió nunca de su lado. Lo abrazaba y besaba su cara. “Regrésame a ver, hijo mío, estoy aquí”, decía llorando.