“Vecina, ¿qué pasó?”. “Le mataron a la Lorena”, era la respuesta a la interrogante que se hacían los moradores de la calle Galo Plaza Lasso, en Carapungo, norte de Quito, al ver la ambulancia de Medicina Legal de la Policía.

El vehículo se estacionó frente a un inmueble de cuatro pisos, donde la madrugada de ayer 6 de enero se cometió un hecho atroz. Un hombre asesinó a su pareja a puñaladas en el departamento donde la víctima vivía, en la última planta de ese pequeño edificio.

La mujer fue identificada como Lorena Morocho, de aproximadamente 45 años, quien fue mortalmente herida con un arma cortopunzante, tanto en el pecho como en su garganta, según datos policiales. La novedad se reportó a eso de las 03:30, cuando el sospechoso, llamado Víctor Janeta, atacó a la víctima.

“Luego de eso supimos que salió y le contó lo que había pasado a una vecina de ellos. Le habría dicho: ‘Se me pasó la mano’ y después se marchó”, reveló una residente, quien aseguró que se llevaba bien con Lorena.

Dijo que se suicidaría

Aquella habitante contó que Lorena y Víctor peleaban frecuentemente, posiblemente por problemas de dinero. “Yo les decía que mejor debían separarse y que cada quien hiciera su vida. Pero él no quería”, contó la mujer, sin identificarse.

A decir de la moradora, la víctima se dedicaba a la venta de legumbres en diferentes partes. Mientras que de Víctor no dio mayores detalles.

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El sujeto habría dicho que luego del crimen iba para el puente de El Chiche, oriente de Quito, para quitarse la vida. Sin embargo, el ECU-911 indicó que durante la mañana de ayer sábado no tuvo ninguna alerta de alguna persona que se haya arrojado, tanto del puente viejo como del nuevo de ese sector capitalino.

Hasta el perro ‘marchó’

La gente seguía rodeando la escena para mirar el triste momento del levantamiento del cadáver de Lorena, quien fue hallada sin vida en su departamento. A los vecinos además les impresionó el hecho de encontrar sin vida también a su mascota.

Se trataba de un perrito llamado Benji, del que no se sabía su raza, pero sí que era un can “bastante fino” y muy fiel. Su cuerpo fue embarcado junto al de su dueña en la ambulancia de Medicina Legal. Se supo que también perdió la vida a puñaladas. Es probable que haya intentado defender a su ama del ataque.

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