La mancha de sangre de Pedro Artieda quedó sobre los adoquines de la calle Pedro de Ayala en Carcelén, norte de Quito, luego de que fuera linchado por un grupo de personas a las que aparentemente intentó robar.

Según una moradora de la zona, los ‘justicieros’ habrían denunciado al hombre, de 28 años, tras descubrirlo dentro de una vivienda en La Josefina, barrio cercano a Carcelén, pero no lo procesaron.

“Lo han detenido, lo llevaron a la audiencia de flagrancia, pero había salido libre ese mismo día”, contó la moradora que prefirió no decir su nombre.

Los afectados se lo encontraron merodeando por la zona y lo molieron a golpes, el miércoles pasado.

El coronel Hugo Silva, comandante del Distrito La Delicia, explicó que la Policía recibió la alerta por un escándalo público, pero cuando llegaron solo encontraron al hombre botado en la calle. “Le dieron primeros auxilios y lo trasladaron al hospital de Calderón”, dijo.

La testigo vio cómo un hombre y una mujer golpearon al sospechoso con una llave inglesa, además de patadas y puñetazos. “Les dije que no lo dejaran aquí y lo arrastraron por una cuadra”, contó.

Según Silva, los golpes que recibió Artieda no fueron de consideración por lo que fue dado de alta la misma tarde del linchamiento. Lo que sí le comprobaron es que tiene siete antecedentes penales, por robo y hurto.

“Aparentemente ya era conocido en el barrio por robar, pero lo mejor es poner una denuncia”, concluyó Silva.