“Asesino, maldito”, gritaba la familia de Karen Milán al principal sospechoso de su muerte. Los parientes de esta chica, de 22 años, se aglomeraron afuera de la vivienda en la que fue asesinada el pasado 11 de septiembre, en Guamaní, en el sur de la capital.

Ayer 9 de octubre el ambiente se tensionó porque se realizó la reconstrucción de los hechos con la presencia de Fernando Allauca, quien está detenido por este femicidio que conmocionó al sur quiteño.

“Ha pasado cerca de un mes y sobrellevar esta tragedia es muy duro”, decía Rosa Vayas, madre de Karen, a quien le resulta imposible sacar de su cabeza la imagen de su hija fallecida. La chica fue estrangulada, doblada y luego colocada en el coche de la bebé que la víctima procreó con Allauca.

Petición

Y justamente esa evidencia fue llevada para iniciar con la diligencia. La carreola estaba envuelta en fundas negras y llegó en una camioneta de la Dinased.

Un agente la cargó y la llevó hasta el interior de la casa, donde estaban el implicado, los gendarmes que indagan el caso y miembros de la Fiscalía.

“Mira, ahí está el coche”, murmuraban los familiares de Milán mientras esperaban afuera del domicilio. En su mayoría, portaban una camiseta blanca con la imagen de Karen y gritaban que se hiciera justicia por el hecho, que es indagado como un femicidio.

“Lo que queremos es la pena máxima. Este tipo no sabe el daño que nos hizo, pero más se lo hizo a mi pequeña sobrina”, manifestó John Milán, hermano de la chica, quien quería celebrar el primer cumpleaños de la pequeña en diciembre próximo.

John contó que luego del crimen, la niña ha estado bajo el cuidado de toda la familia. “Con el paso de los años, ella tendrá que conocer la verdad. Nosotros le damos todo el cariño que le fue negado”, expresó Rosa, mientras esperaba que la llamaran como parte de la reconstrucción de los hechos.

Por ahora, la orden de prisión preventiva en contra de Allauca se mantiene. Luego del proceso en la vivienda, él fue embarcado en una camioneta y lo sacaron protegido para evitar que fuera agredido.

Los parientes piden que se indague el teléfono del implicado, pues posiblemente permita encontrar más pistas de lo ocurrido.

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