Los rastros que encontraron en las uñas de María Fernanda López y una invitación para comer fanesca fueron dos elementos fundamentales que permitieron establecer el vínculo que el novio de la modelo cuencana, José Luis Dueñas, tendría con el crimen.

El cuerpo sin vida de la mujer, de 42 años, fue hallado el 6 de mayo dentro del departamento que arrendaba en el sector de San Marcos, en el Centro Histórico de Quito. 38 días después capturaron a Dueñas como el principal sospechoso del femicidio.

El sujeto recibió prisión preventiva y se abrió una instrucción fiscal por 90 días para determinar si él es culpable o no de femicidio. Mientras tanto, él permanecerá en la cárcel de El Inca, en el norte de la capital.

La prueba genética contundente

Durante los primeros días de investigación, Dueñas no habría estado en la mira de la Fiscalía, porque él fue quien encontró el cuerpo sin vida de María Fernanda y quién alertó del hallazgo a la Policía. Sin embargo, mientras se levantaban evidencias, todo cambió y las sospechas se direccionaron a él.

La prueba genética que obtuvieron de las uñas de la víctima colocaron al sospechoso en la escena del crimen. Según Lenín Solís, abogado de la familia, María Fernanda habría puesto resistencia frente al ataque habría sufrido por parte de su novio. Es decir, que la mujer presuntamente rasguñó la piel del sospechoso y por eso encontraron rastros de él en las uñas.

Esta teoría toma fuerza con las contradicciones que habría tenido en sus versiones el individuo, quien habría señalado que quince días antes del crimen de la modelo cuencana, ellos habían terminado su relación sentimental.

Dueñas habría dicho que la última vez que tuvo contacto con María Fernanda fue el 26 de abril, cuando le entregó una chompa, y enfatizó que él habría esperado en su motocicleta afuera de la casa de la mujer.

¿Cómo ayudó la hija de la víctima?

Otra prueba que habría desvirtuado la versión del sujeto fue el testimonio de la hija de la víctima, quien mostró algunos chats de WhatsApp que tenía con su madre, en los que esta última le invita a almorzar fanesca en la casa de Dueñas. Esto ocurrió en los días en los que el procesado aseguró que ya no tenía relación con la modelo.

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El abogado de la familia de la víctima aseguró que el sospechoso dijo algunas mentiras que hicieron dudar de su inocencia. El sujeto supuestamente explicó qué había hecho los últimos cinco días antes de encontrar el cadáver de María Fernanda, sin que la Fiscalía lo solicitara.

Las supuestas mentiras del sospechoso

Lo primero fue decir que estuvo atendiendo a una cliente en su oficina ubicada en la avenida de Los Shyris, en el norte de Quito. Sin embargo, cuando los agentes fueron a preguntar en el edificio si había registro de este ingreso, les indicaron que dicha oficina permanece desocupada desde diciembre del 2024.

Dueñas también comentó que en esos días se había realizado un tratamiento capilar en un centro de salud, pero desde ahí lo desmintieron y aseguraron que él no es cliente de ahí y que no realizan esas intervenciones porque son una clínica dental.

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