China anunció el viernes un aumento de los aranceles a productos estadounidenses del 84% al 125%, en respuesta a las recientes medidas impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Así lo informó el Ministerio de Finanzas de China a través de un comunicado, recogido por CNBC.

La decisión, que entra en vigor este sábado, representa un nuevo episodio en la intensificación de la guerra comercial entre las dos principales economías mundiales. Según la comisión arancelaria de China, estos nuevos aranceles marcarán el límite de su represalia, calificando la escalada estadounidense como una "broma" en la historia económica.

Reacción de Pekín: "No tiene sentido económico"

La comisión aseguró que ignorará cualquier aumento adicional impuesto por Trump, argumentando que con un arancel del 125%, los productos estadounidenses ya no son comercializables en China.

Además, Zhiwei Zhang, presidente y economista jefe de Pinpoint Asset Management, afirmó que:“Este es el fin de la escalada arancelaria bilateral”, indicando que ahora ambos gobiernos deberán evaluar el impacto económico, aunque no existen señales de próximas negociaciones.

A diferencia de represalias anteriores, Beijing no amplió su lista de "entidades no confiables" ni anunció nuevas restricciones a las exportaciones. No obstante, reiteró su disposición a "luchar hasta el final" ante las acciones de Washington.

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El presidente chino, Xi Jinping, intervino públicamente en el conflicto, asegurando que China es autosuficiente y “no teme ninguna represión injusta”.

El viernes, China presentó una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra el último incremento de aranceles de Estados Unidos.En un encuentro con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el presidente Xi Jinping reafirmó que: “En una guerra arancelaria nadie gana y que ir contra el mundo solo servirá para aislarse”, según un comunicado oficial traducido por CNBC.

Estados Unidos mantiene la presión arancelaria

La administración Trump confirmó a CNBC que el arancel estadounidense sobre productos chinos asciende ahora al 145%. La última orden ejecutiva aumentó los gravámenes al 125%, a lo que se suma un 20% aplicado anteriormente sobre el comercio de fentanilo.

El presidente Trump también señaló el miércoles que: “Los días de estafar a Estados Unidos y a otros países ya no son sostenibles ni aceptables”. 

Desde el inicio de su mandato, Trump ha incrementado de forma progresiva los aranceles a productos chinos. Pekín ha respondido cada vez con medidas equivalentes, afectando productos agrícolas, energéticos y tecnológicos, según informes de la Oficina del Censo de Estados Unidos.

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El miércoles, Trump suspendió aranceles a otros países mientras mantenía los aumentos contra China, redirigiendo el enfrentamiento exclusivamente hacia Pekín. Un portavoz del Ministerio de Comercio de China expresó el viernes que Beijing aún está abierto a negociar bajo condiciones de igualdad.

Consecuencias para el empleo y los servicios

El intercambio comercial entre Estados Unidos y China superó los 582.000 millones de dólares el año pasado. De continuar la guerra arancelaria, economistas advierten que esta cifra podría reducirse a la mitad, afectando tanto a empresas como a trabajadores.

De acuerdo con analistas de la firma de banca de inversión, valores y gestión de inversiones, Goldman Sachs, entre 10 y 20 millones de trabajadores en China participan en actividades de exportación hacia Estados Unidos, por lo que el impacto en el empleo podría ser significativo.

Por otro lado, Pekín ha señalado su intención de afectar el comercio de servicios, advirtiendo a sus ciudadanos sobre viajar o estudiar en Estados Unidos, y anunciando posibles recortes a las importaciones de películas estadounidenses.

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