Una organización criminal liderada desde prisión estaría detrás de los atentados perpetrados contra el restaurante Rukito, ubicado en la avenida Víctor Emilio Estrada, entre Laureles y Costanera, en Urdesa central, al norte de Guayaquil.

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La tarde del miércoles 9 de julio, delincuentes dejaron una mochila con fundas plásticas y un panfleto amenazante en las afueras del establecimiento, en lo que sería el segundo ataque contra el negocio. Días antes, sujetos armados intentaron secuestrar al propietario del restaurante, pero la acción fue frustrada por un conductor que embistió a uno de los atacantes con su vehículo.

Estos hechos han generado temor entre comerciantes y vecinos del sector, quienes aseguran vivir bajo una constante amenaza.

Tras el nuevo atentado, la Policía Nacional ejecutó un operativo entre la 01:00 y las 11:00 del jueves 10 de julio, que resultó en la detención de seis adultos (cinco hombres y una mujer) y la aprehensión de un menor de 17 años. Todos estarían presuntamente vinculados a la red delictiva.

El coronel Francisco Zumárraga, jefe policial de la Zona 8, informó que los detenidos exigían a los dueños de negocios pagos de hasta 5.000 dólares a cambio de no atentar contra sus vidas ni dañar sus propiedades.

“Uno de los implicados operaba desde la cárcel”, confirmó Zumárraga, en referencia a José Antonio Rodríguez Arce, quien cumple condena en el Centro de Privación de Libertad de Guayaquil, conocido como la cárcel regional, ubicada en la vía a Daule. Desde allí, según las investigaciones, habría coordinado las extorsiones a través de cómplices en libertad.

La operación fue liderada por agentes de la Unidad Antisecuestros y Extorsión (UNASE-Guayas) y del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), quienes incautaron varios indicios durante los allanamientos.

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