Decenas de personas se congregaron este 8 de abril en la intersección de las calles 18 de Septiembre y Amazonas para ciclear por la libertad de Paúl Rivas, Efraín Segarra y Javier Ortega, periodistas de un rotativo quiteño que fueron secuestrados el pasado 26 de marzo, en la zona de Mataje, frontera norte del país.

Con consignas y carteles que decían “Nos faltan tres”, “Periodismo Sí, Terrorismo No”, amigos, colegas y familiares de los tres ecuatorianos pedalearon hasta la Cruz del Papa, donde se realizó un evento en homenaje a ellos.

Entre los participantes estaba Guadalupe Bravo, madre de Paúl Rivas, quién con lágrimas en los ojos expresó su angustia por la ausencia de casi dos semanas de su hijo. “Haga cuenta señor presidente que es uno de sus hijos el secuestrado y ponga la mano en su corazón para que haga todo lo posible porque vuelvan los muchachos”, dijo antes de iniciar el recorrido.

Mencionó además que no tiene mayor conocimiento de las negociaciones o posturas del medio de comunicación “Me he mantenido al margen para estar más tranquila”, comentó Guadalupe.

danos, así como cualquier tipo de intimidación contra las personas.

Por su parte Pavel Calahorrano, fotoperiodista afirmó que el objetivo de la cicleada fue generar y enviar las mejores energías a los compatriotas que están en cautiverio y hacerles saber que sus colegas los están esperando. “No somos objetos de canje, somos periodistas y hacemos nuestro trabajo”, aseveró.

La jornada finalizó en el parque La Carolina, donde el Cabildo quiteño lanzó al aire mil globos de helio con el lema “Nos faltan Tres”. Mauricio Rodas, alcalde de Quito, dijo por su parte que se pintará un mural relacionado al secuestro de Paúl, Efraín y Javier en uno de los principales intercambiadores de la ciudad.

“Esto no puede ocurrir en el país, lo rechazamos con total firmeza.”, dijo el burgomaestre refiriéndose a la resolución emitida por el Concejo Metropolitano el pasado 5 de abril, en la que condenó los actos de violencia de donde provengan y que afecten la integridad, libertad y derechos humanos de los ciuda