En la noche del jueves 6 de marzo, personal municipal desalojó a los guardias de la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) de una de sus oficinas ubicadas en el parque Samanes, en Guayaquil. Esto lo informó la gobernadora del Guayas, Zaida Rovira, quien añadió que también se colocaron cadenas y candados en las instalaciones.

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Ante esta situación, Rovira acudió al lugar junto con otros funcionarios para esclarecer las razones del cierre de esta entidad pública. Sin embargo, afirmó desconocer el origen de la orden y los motivos detrás de la medida.

"No sabemos quién lo ordenó, no sabemos por qué motivo ni qué pretenden", expresó la gobernadora en una rueda de prensa. También advirtió sobre las implicaciones de la situación: "Recuerden que el Arcsa maneja información muy sensible (...) Si mañana (7 de marzo de 2025) las oficinas no están abiertas, estaríamos ante una paralización del servicio público. Nos preocupa que una dependencia del Estado esté en manos de no sabemos quién".

Hasta el cierre de esta publicación, el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, no ha emitido ninguna declaración al respecto, ni tampoco las cuentas oficiales del Municipio han brindado información.

¿Una represalia política?

Las redes sociales reaccionaron de inmediato. Entre comentarios divididos por posturas políticas e insultos, varios usuarios vincularon el cierre de las oficinas del Arcsa con un posible acto de represalia del alcalde Álvarez.

Esto surge después de que, días atrás, la agencia sanitaria clausurara un negocio familiar del primer edil, medida que él mismo criticó duramente.

De hecho, Álvarez calificó el cierre de este negocio como parte de una supuesta persecución política liderada por el presidente Daniel Noboa, lo que añade más tensión al ya complejo panorama político del país.

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