Los moradores de la Cima de la Libertad, en el centro de Quito, están preocupados por sus nuevas vecinas, quienes, según ellos, se mueren de hambre, aguantan aguaceros y no tienen un dueño que las reclame.

Se trata de seis vaquitas que aparecieron ‘de la nada’ la madrugada del sábado pasado caminando por la vía principal de esa localidad. Carlos Figueroa, dirigente del sector, comentó que unas personas llegaron en un camión y dejaron a las reses abandonadas. “No se sabe qué intenciones tenían”.

Desde ese día los habitantes del lugar adecuaron una cancha de básquet para que se convierta en una pequeña granja, donde puedan descansar las vacas. Además, entre algunos vecinos se han turnado para dejar agua en baldes y costales de hierba, además de limpiar los excrementos.

Incluso, el domingo se convirtieron en ‘ganaderos’ y ayudaron a una de las reses a parir. Sin embargo, no saben hasta cuándo podrán mantenerlas ahí.

Un policía que custodia a los animales comentó que su misión es esperar a que llegue el dueño para que se las lleve. Agregó que a diario llegan supuestos propietarios a decir que el ganado es suyo, “pero deben presentar el documento de registro de vacas, que debe estar certificado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería”.