Rebecca Loor, propietaria de una peluquería ubicada en Urdesa, asegura que está dispuesta a tomarse un té o un café con el alcalde Aquiles Álvarez, pero no un trago, como él lo propuso en X (antes Twitter). “¿Qué le pasa? Soy una mujer de 26 años y él es un hombre casado de 40 años”, enfatiza.

La propuesta y ‘autoinvitación’ surgió luego de que Rebecca denunció en la red social que su negocio fue clausurado injustamente en la noche del martes 6 de febrero y que sería en revancha por un comentario sobre su administración. Según lo que ella comenta a EXTRA, a las 22:30 llegó la cuadrilla del Municipio de Guayaquil y, mientras el local estaba cerrado, colocaron los sellos.

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“Discúlpeme, pero ¿quién está trabajando a esa hora en Guayaquil? ¿Dónde está el derecho a la defensa que yo tuve que haber tenido o el llamado de atención?”, dice. 

El intercambio de opiniones en X, en la tarde del miércoles 7 de febrero, siguió cuando el alcalde le aseguró que no tenía conocimiento del tema. Él, además, le instó a que sortee un manicure y pedicure “grateche” para los internautas debido a la ‘movilización’ (apoyo en redes) que generó.

Ella, acompañando el texto con una foto tomándose un cóctel, le respondió que lo haría, pero en los servicios que ofrece: cabello. Luego, él dijo que “para la próxima lo invite”, refiriéndose al trago.

“Es un alcalde que debería estar trabajando y no tuiteando. Él no tiene idea de los costos de producción. El señor es tan misógino que su escapatoria fue atacarme por un error, en vez de disculparse. Lo que hace es atacarme y minimizarme (...) Otros hombres hasta llegaron a comentarme ‘gorda tetona’ atacándome también”, dice sin pena. 

Rebecca señala que Álvarez también debe tener respeto por la silla en la que él está porque “se lo escogió para que trabaje, no está allí para que tuitee, ni para que se ponga de ‘tú a tú’ y peor para pelear en las gasolineras”.

Acorde a la empresaria, ella está preparando una demanda en contra del Cabildo por lo sucedido. “Tal vez no la gane, pero se debe sentar un precedente”, finaliza.

A las palabras no se las lleva el viento

Rafael Silva, experto en Comunicación Política, explica que a pesar de que estas reacciones del alcalde no son nuevas, podrían “pasarle factura dependiendo del tema, el tono y a quien le responda”.

“Se debe considerar la huella digital que permanece en la red y nos persigue a todos los que tenemos redes sociales”, dice.

Silva considera que se puede aceptar o discrepar con el accionar del alcalde, pero que al final del día más peso tiene la relación en materia de seguridad, el desempeño de Segura EP y si las calles están asfaltadas.

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