El paro de transportistas por la eliminación del subsidio a los combustibles sigue generando consecuencias. El ‘pito’ y los desmanes ocurridos ayer, poco antes del mediodía en Guayaquil, mantienen asustada a Clara Bonilla. La mujer aprovechó que la mañana de este viernes 4 de octubre del 2019 la policía controló la situación para abastecerse de los víveres necesarios para cocinar durante tres días.

“No se sabe qué pasará”, dijo Bonilla, tras llegar al mercado Caraguay, en el sur de la urbe, para realizar sus compras. “Prefiero madrugar y venir porque en la tarde a lo mejor vuelven a cerrar el mercado”, comentó la fémina, mientras seleccionaba unas yucas en uno de los locales del sitio.

La madre de familia expresó sentir temor de que ocurran nuevos actos delictivos, como ayer, cuando hubo robos, saqueos y otros delitos en varias zonas de la ciudad, lo que provocó la detención de 150 personas.

Esa misma zozobra siente Jennifer Moreno, quien vende carne de res y de cerdo en el lugar. La comerciante mencionó que pocos clientes visitaron su negocio, quizá aún desconfiados de que algo malo pueda suceder.

“Apenas he vendido tres dólares en la mañana”, lamentó Jennifer. Ella espera que las cosas mejoren con el paso de las horas y durante el fin de semana, con la incursión de las Fuerzas Armadas en los patrullajes de vigilancia tras el estado de excepción declarado por el presidente Lenín Moreno.

Una opinión distinta tiene Mariuxi Contreras, vendedora de pollos por libra. La señora en cambio manifestó que sus ventas estaban como de costumbre. Sin embargo enfatizó que las movilizaciones y cierres de carreteras les perjudica en sus comercios, pues podría provocar que los productos lleguen con retraso.

En otros mercados del Puerto Principal, algunos comerciantes estaban a la espera de una nueva orden para saber si interrumpían la jornada. Sin embargo, el Municipio informó que todas estas dependencias atenderán con normalidad.