No están claras las circunstancias en las que falleció Windy Carolina Montoya Corredor, en el interior de un hotel en Guayaquil. Hasta el momento, la única versión conocida al respecto es la proporcionada por su pareja, quien atribuye el deceso a un presunto suicidio.

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Esta historia de misterio y dudas ocurrió este miércoles 16 de julio en una de las habitaciones de un sitio de hospedaje ubicado en las calles Víctor Manuel Rendón y Ximena, en el centro de la urbe porteña.

“En el interior de este hotel se encontró el cuerpo de una ciudadana de nacionalidad colombiana, de 32 años de edad, suspendida (colgada) en el interior de uno de los cuartos”, informó el teniente coronel Jaime Lara, subjefe policial del distrito 9 de Octubre.

Un hombre de la misma nacionalidad estaba alojado junto a ella en ese hotel. Él les contó a los policías que acudieron al lugar que ambos mantenían una relación sentimental.

“Ya habían estado hospedados algunos días, según la información que se tiene”, acotó Lara. El foráneo no detalló si estaban de paseo o qué hacían en la ciudad.

Regresó y la encontró colgada

De acuerdo con la versión del hombre, él salió del hotel durante un momento de la madrugada. Cuando regresó a la pieza, vio a su pareja colgada con sábanas.

“Manifestó que la había encontrado suspendida en el umbral de la puerta del baño”, explicó el uniformado.

Posteriormente, el extranjero la bajó hacia la cama del dormitorio. Luego, solicitó ayuda para la mujer, pero después se confirmó que ella se encontraba ya sin signos vitales.

Al cadáver le deben practicar pericias, para determinar si tenía signos de violencia. Según Lara, aún es prematuro para definir si se ella acabó con su vida o fue un femicidio.

El hombre que estaba con la dama fue retenido en una patrulla policial para investigaciones.

El hombre tuvo reacción inesperada

Mientras los uniformados cumplían con la recopilación de indicios en el interior del hotel, y otros agentes impedían el paso en los exteriores, el extranjero retenido tuvo una reacción extraña. Empezó a gritar a los policías si lo iban a agredir, pero los uniformados ni siquiera estaban cerca de él en ese momento.

Lucía exaltado, como si estuviera bajo el efecto de alguna sustancia. Sin embargo, Lara mencionó que posteriormente iba a determinarse si realmente estaba atravesando por aquella situación.

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