Dos hombres vestidos de negro se bajaron de un automóvil plomo y empuñando fusiles se acercaron a la camioneta de Carlos Quijije, de 51 años, quien estaba ingresando al garaje de su vivienda. Al instante le ‘cayó’ una ‘lluvia de plomo’ que no solo agujereó las latas de su vehículo, sino que también acabó con su vida al instante.

La sangrienta escena fue presenciada por Diana Muñoz, conviviente de la víctima, quien relató en detalle lo ocurrido a la policía.

La fémina reveló que a eso de las 00:00 del jueves 6 de enero, su conviviente la llamó y le pidió que le abra la puerta del garaje de su vivienda, ubicada en la cooperativa Cristo Vive, zona sur de Santo Domingo, para ingresar en la camioneta de placa ICB-391, y que apenas lo hizo fue testigo de la tragedia.

Pero la violencia no acabó ahí. Tan pronto como los asesinos de su conviviente huyeron en el mismo vehículo que llegaron, otros sicarios arribaron al sector, pero esta vez en una moto, y su objetivo era Richard Marcillo, de 30 años, quien estaba en un vehículo de placa PDL-5447.

Otra ráfaga de disparos se escuchó en el barrio. Marcillo quedó herido y con la esperanza de salvar su vida fue llevado a un hospital de la localidad, donde confirmaron su deceso. Ambos cadáveres presentaban disparos en distintas partes del cuerpo.

Muñoz expresó que la segunda víctima era amigo de ellos. La cercanía entre los Quijije y Marcillo, más las versiones de moradores del sector que indicaban que los fallecidos supuestamente se dedicaban a la venta de droga, han llevado a que los agentes que investigan el caso tengan como presunta motivación un conflicto de microtráfico.

Cinco horas antes, en el barrio El Ébano, Manuel Vernaza, de 41 años, también fue asesinado con arma de fuego. Las circunstancias de este hecho violento están bajo investigación.