Dadier Eliécer Cano, comerciante colombiano de 33 años, tenía planeado reunirse con un comprador en el terminal terrestre de Guayaquil, el 20 de diciembre de 2017. Llegó a las 20:00 a la ciudad y habló con su esposa, asegurándole que todo estaba bien. Horas después, su teléfono había sido apagado y sus familiares no encontraban la manera de contactarlo. Hasta este día permanece desaparecido.

Guayas es la segunda provincia de Ecuador con mayor número de desapariciones, detrás de Pichincha. El 92 % de casos de desaparición son resueltos, según Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased). Pero en ese 8 % quedan casos sin resolver: Dadier, un refugiado colombiano, integra esa lista. Aunque su caso fue compartido por los medios colombianos, en nuestro país casi no se ha hablado de su desaparición. Esta es su historia.

Se fue zapatos en mano y nunca volvió

Según reportó Noticias Caracol, viajó a Guayaquil para entregarle zapatos a un comprador. Habían acordado encontrarse en el patio de comidas del terminal. “Fue a llevar unos zapatos a un hombre. Su esposa logró comunicarse con él en horas de la noche. Le preguntó cómo estaba y Dadier Eliécer le dijo que todo estaba bien. Luego no volvieron a hablar y el celular fue apagado después de la media noche”, cuenta Erica Zapata, familiar de Dadier.

La esposa del desaparecido, Shirley Valencia, trató de contactarse con el comprador, pero este afirmó que no había acordado ninguna reunión. La familia sostiene que él eliminó sus redes sociales y cambió de número telefónico tras el incidente.

“Cuando eran las nueve de la noche, estábamos preocupados porque él en Guayaquil no conocía a nadie. Solo conocía a Ángel que era un muchacho al que le iba a entregar una mercadería”, cuenta Leslie Valencia, amiga de Dadio Eliécer.

Valencia, que reside en Colombia, viajó a Guayaquil y contactó a la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased). Esta unidad de la Policía interrogó a Ángel Mora, con quien Dadio se debía reunir, pero dijo no encontrar culpabilidad en él.

La búsqueda no acaba

Desde la desaparición, los familiares de Cano lo han buscado exhaustivamente. Además de contactar a las autoridades, han pegado afiches y esparcido mensajes a través de redes sociales.

“En estos tres meses no se ha sabido nada de Dadio. Nadie dice nada”, explica Leslie Valencia. “Hemos buscado en la morgue y hemos buscado en hospitales”.