Nancy Fabiola Soledispa Alvarado ya le había dado hace dos años asilo y trabajo a su presunto verdugo, un venezolano, de 21 años. Sin embargo, al poco tiempo él dejó de trabajar, se marchó de Ecuador y se radicó en Perú.

Hace dos semanas el extranjero, quien es el principal sospechoso de la muerte de la guayaquileña, de 49 años, regresó al país y le volvió a pedir empleo en el minimarket ubicado en las calles Víctor Manuel Rendón y Rumichaca, en el centro porteño. A escasas tres cuadras de donde la mañana del miércoles fue encontrada apuñalada Nancy Fabiola.

Annabel Soledispa, sobrina de la fallecida, dijo que el venezolano se ganó la confianza de su tía y que por eso ella lo dejaba quedarse en su casa.

“No se conformó con robarle, también la mató. Se llevó dos televisores y dinero. Pedimos justicia”, manifestó la allegada. 

El hallazgo lo hizo su única hija, Vanessa, de 21 años. Ocurrió dentro de su departamento, en el tercer piso de un condominio ubicado en las calles Lorenzo de Garaycoa, entre Vélez y Nueve de Octubre, en el centro porteño.

La víctima estaba en su cama y tenía varias heridas en el abdomen, provocadas con un objeto cortopunzante. También presentaba rastros de sangre en esa parte del cuerpo.