La babosa en la ensalada servida por un restaurante de comida rápida genera mucha controversia, por los riesgos que trae consigo. No es para menos, ya que este pequeño ser vivo, a pesar de su apariencia inofensiva es portador de un peligrosos parásitos.

"Las babosas son moluscos que se ven en varias áreas tanto rurales como urbanas", expresa Washington Alemán, clínico, infectólogo y docente de la Universidad Espíritu Santo. Son muy comunes en cultivos de hortalizas ya que las atrae la humedad de estas plantaciones.

"Al igual que los caracoles (las babosas) pueden tener parásitos o diferentes microorganismos en su interior que al comerlas accidentalmente usted es posible que sufra, de acuerdo al parásito que haya ingerido, cuadros leves intestinales hasta severos. Porque uno de esos parásitos que viven dentro del molusco es probable que ingrese al sistema nervioso central y produzca una meningitis", precisa el especialista.

En caso de que haya ocurrido este acontecimiento, es recomendable que acuda a un médico. El experto Alemán explica que los procedimientos que te receten van a variar de acuerdo a la gravedad de la condición. "Todo dependerá del tiempo transcurrido, la cantidad digerida. Si bien en cierto, no todos los casos son graves, ni mortales, pero es muy difícil de averiguar qué pacientes van a evolucionar mal y cuáles no", acota.

El experto explica que estos casos es más común ver en productos orgánicos adquiridos en los mercados, puesto que, en su mayoría, no son higienizados adecuadamente.

Es normal ver caracoles y babosas en épocas de invierno en los jardines. Trate de evitar el contacto directo con estos animales, porque en algunas personas es probable que al tocarlos, los parásitos que tiene, generen una reacción local (alergia o inflamación en la zona).

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