Con marcada indignación y en medio del hermetismo de las autoridades de Salud en la zona 6, inició la mañana de este viernes en Cuenca el proceso de vacunación al personal de primera línea de los centros hospitalarios pilotos en la atención de pacientes COVID-19. Fue el médico internista Pablo Bolaños, del hospital regional Vicente Corral Moscoso, el primero en ser inmunizado.

Para este centro hospitalario se destinaron 162 dosis, es decir 81 vacunas. Una cifra que "no alcanza ni para un turno de médicos de esa área", según dijo el presidente del Colegio de Médicos del Azuay, José Pazmiño. 

El doctor calificó al hecho de ridículo ya que, aseguró, "no se puede proteger a un grupo de 1.000 médicos con 20 vacunas o un grupo de 100 con apenas 5", opinó Pazmiño. Eso determina que el número de vacunas es insignificante para las necesidades emergentes de la provincia, agregó.

Para el médico Luis Mario Tamayo, directivo del hospital privado Santa Inés, la cantidad de vacunas enviadas al Azuay es una "burla" de parte del Gobierno y del Ministerio de Salud Pública.

Anotó que en el sector privado existen también médicos contagiados y en alto riesgo. "Algunos ya han fallecido, pero desde la oficialidad no se explica cuándo va a llegar la vacuna a estos sectores", añadió Tamayo. 

Tamayo y Pazmiño señalaron que las 780 dosis (390 vacunas) que llegaron a Cuenca deben ser administradas en los hospitales de Azuay, Cañar y Morona Santiago, que son las provincias que comprenden la zona 6, una cantidad ínfima para el universo de médicos que trabajan con pacientes COVID-19.

Según lo dispuesto por el Ministerio de Salud, las vacunas enviadas a Cuenca se distribuyeron de la siguiente manera: 162 dosis para el personal del hospital José Carrasco Arteaga del IESS, 108 para el hospital Vicente Corral Moscoso, 54 dosis para los médicos de Solca y 66 para el personal del hospital Homero Castanier de Azogues.

La primera jornada de vacunación en Cuenca se cumplió en medio del hermetismo de las autoridades provinciales de salud, quienes prefirieron no dar declaraciones.