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Crimen en cementerio de Guayaquil: este hombre era el verdadero objetivo del sicario
Una de las víctimas fue asesinada justo el día de su cumpleaños. El delincuente entró con un ramo de flores
Felipe Manuel Terán Vera habría sido el verdadero objetivo del sicario que, la tarde del martes, ingresó al cementerio Jardines de Esperanza, en el norte de Guayaquil, para perpetrar un hecho violento en el que también fue asesinado su primo, Darwin Ernesto Tapia Domínguez. Así lo informó el coronel Geovanny Argüello, jefe del distrito Florida.
Según el oficial, el atacante ingresó al camposanto portando un ramo de flores blancas y ocultando el arma con la que posteriormente ejecutó el doble crimen. “Se acercó directamente a este ciudadano (Terán), contra él iba dirigido el ataque. Su primo, que aún estaba vivo, salió del vehículo, dio unos pasos, luego regresó y se desplomó. Ninguno de los dos registraba antecedentes y residían en el sur de Guayaquil”, precisó Argüello.

Darwin Ernesto Tapia había dejado su empleo, hace unos quince días, en una empresa privada para convertirse en conductor personal de su primo.
En el lugar del crimen, agentes de Criminalística de la Policía Nacional recogieron seis indicios balísticos.
Una persona cercana a Tapia Domínguez relató que tanto él como Terán vivían en el suroeste de la ciudad. “Era cristiano, no se metía con nadie. Acompañaba a su primo, y como estaba con él, también lo mataron. Ese día no quería ir, al parecer tenía un presentimiento. Justo lo asesinaron el día de su cumpleaños”, expresó el allegado.
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