La violencia con la que actuaron los sujetos que irrumpieron la madrugada del sábado 9 de agosto en una casa de la urbanización Málaga 2, en el kilómetro 15 de la vía a Salitre, cantón Daule, habría sido planificada. Además, existe la posibilidad de que las víctimas conocieran a sus atacantes, según explicó el psicólogo forense y máster en Criminalística Segundo Romero.

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De acuerdo con el especialista, las imágenes captadas por una cámara de seguridad, en las que se observa el asesinato de Enrique Arturo Postes Romero, muestran elementos que sugieren un vínculo previo entre los agresores y sus víctimas. En el ataque también fue asesinado su compadre, Jairo Oswaldo Beltrán Betancourt, de 27 años, quien registraba antecedentes por tráfico de drogas. En la escena se encontraron indicios balísticos correspondientes a dos tipos de armas: pistola y fusil.

Romero analizó también la actitud de una mujer que aparece en la grabación de 4 minutos y 45 segundos, video que se viralizó dos días después del crimen y que, según él, podría indicar que conocía a los atacantes o que sabía que su pareja estaba en riesgo.

“En comunicación existen dos tipos: verbal y no verbal. En el video se aprecia principalmente la comunicación no verbal de la mujer, y su comportamiento es revelador. Ante un ataque armado, lo esperable es que una persona entre en pánico, grite o busque refugio. Sin embargo, ella camina con tranquilidad, incluso mientras se produce la agresión, sin mostrar miedo ni angustia. Es claro que conocían a sus atacantes”, argumentó.

El especialista añadió que por la forma de actuar de los victimarios, así como por la hora elegida, alrededor de las 02:00, se evidencia una planificación previa y acceso a información precisa sobre las víctimas.

“No parece que la intención fuera secuestrar con fines de rescate, sino capturar y ejecutar a la víctima en otro lugar, posiblemente como parte de una venganza o rivalidad entre bandas. La violencia ejercida, incluso cuando la víctima ya estaba mortalmente herida, refuerza la hipótesis de un ajuste de cuentas y un mensaje de poder”, concluyó.

Un detenido

El martes 12 de agosto, la Policía informó sobre la captura de un sospechoso. El aprehendido fue identificado como Joao Fernando Jama Ortiz, presunto integrante del grupo delictivo Los Tiguerones. Según la institución, registra antecedentes por daño a bien ajeno, robo y secuestro.

Jama Ortiz fue localizado mientras viajaba en un bus interprovincial que cubría la ruta Guayas-Esmeraldas. El vehículo fue interceptado en la parroquia La Independencia (Quinindé), donde se confirmó su identidad.

Una fuente policial indicó que el detenido habría participado de forma directa en el ataque y sería uno de los cinco hombres que aparecen en las grabaciones de seguridad portando un fusil durante el crimen.

Vínculo entre ambos hechos

El crimen de las tres personas que se movilizaban en un carro blindado cerca de las 05:00 del domingo 10 de agosto en la isla Trinitaria, Berónica Loor Ballesteros y sus hijos Luis Loor Ballesteros y Jesús Joel Palacios Loor, podría estar vinculado con el doble asesinato ocurrido en Málaga.

Según una fuente policial, las víctimas habrían tenido nexos con la misma agrupación delictiva. “Al parecer, las personas atacadas en la Trinitaria habían asistido al velorio de Beltrán y Postes, y fueron emboscadas mientras regresaban a su vivienda”, indicó la fuente.

Otra fuente policial señaló que Joel, alias J, era cabecilla de una banda criminal y que su hermano también fue asesinado hace casi cuatro años mientras se desplazaba en un carro.

Tras la muerte de su ñaño, asumió el control de la zona que este dirigía en la isla Trinitaria. “Su hermano era conocido con el alias de Pistolón. En su barrio Joel era temido, pero al mismo tiempo respetado, porque no permitía extorsiones en locales y viviendas de su sector”, declaró.

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