“Vacunadores, ladrones, delincuentes” fueron los gritos de los vecinos de al menos cinco barrios de Cuenca que la noche del domingo, 16 de abril del 2023, salieron a las calles ante la alerta de la presencia de presuntos malhechores en sus jurisdicciones.

Estaban enardecidos y llevaban palos, bates y piedras con el fin de defender su población y ahuyentar a los bandidos. En las redes sociales se subieron mensajes advirtiendo a las comunas sobre la presencia de individuos en motos y carros con vidrios polarizados.

Se encendieron también las sirenas; y todos salieron con la consigna de “ladrón cogido será quemado”, en medio de una vigilia que duró hasta el amanecer del lunes 17 de abril del 2023. Eran los pobladores de La Pradera y Narancay Alto, del sur de Cuenca, con el respaldo de sus vecinos de la parroquia de El Valle, jurisdicciones limítrofes entre sí.

Moradores como Carmen Loyza decían que harán justicia por mano propia en contra de los delincuentes dedicados a los cobros de vacunas extorsivas y, además, en contra de los prestamistas de dinero.

Tecnología

La parroquia de El Valle, la más grande de la urbe, dispone de un sistema propio de videovigilancia, con una central de monitoreo y cámaras de seguridad conectadas ECU-911. Se realiza ahí el control de entradas y salidas de la parroquia, para en caso urgente, actuar de manera inmediata, dijo entre otras el presidente de la Junta Parroquial, Fabián Carrión.

Igual ocurre en la parroquia de Tarqui, a 23 km de Cuenca, donde se intenta contrarrestar el abigeato y el robo a casas.

Es la forma, según los comuneros. Unirse para aplicar alternativas en procura de contrarrestar a la delincuencia y ser así el apoyo de la Policía que es la responsable directa de la seguridad ciudadana, sostiene Carlos Naranjo, especialista en seguridad.