Paola Heredia no come por varias horas antes de expulsar de este mundo a entes de otras dimensiones. Sus ‘armas’ principales son la fe en Dios y una pequeña cadena de plata que lleva en el cuello.

Sus misiones espirituales favoritas son evitar que las personas desarrollen enfermedades catastróficas causadas por la envidia acumulada en su cuerpo y luchar contra las ‘maldiciones’ de algunos espectros que roban la paz de sus clientes.

Paola vende hierbas (dulces y amargas), esencias, velas, sahumerios, palo santo y otros artilugios que utiliza en limpias energéticas. Tiene 25 años, es curandera y forma parte de la quinta generación de su familia dedicada a esta labor espiritista. Atiende en un puesto del mercado de Santa Clara, en el centro-norte de Quito.

El duende maldito en Quito

Hace unas semanas, asegura que logró expulsar a un duende de la casa de una familia. Una joven madre, preocupada por la presencia de una energía extraña, se contactó con Paola porque sentía una mala vibra en su departamento.

 Por el miedo, ella y su hija dormían en casa de su madre. Pero incluso allí, los sustos continuaban: recibía llamadas desde el número de su propio departamento, que estaba vacío. Al contestar, una voz tenebrosa y entrecortada repetía: “Regrésale a la niña”.

Paola les hizo una limpia a madre e hija. Al ver que la niña tenía cabello rubio, ojos azules y cejas frondosas, supo de inmediato qué ocurría. “¡Es un duende! Está enamorado de la criatura”, sentenció. Fue hasta el departamento a ahuyentar al ente. Limpió el cuarto con hierbas y preparados, usó fuego, sahumerios, un velón negro que rodó por el suelo, y luego se reunió con la madre y la niña para rezar.

Según Paola, en ese momento vieron cómo el duende salió corriendo hacia un espejo… y lo atravesó. Estaba enamorado de la niña y quería molestarla.

Manos sanadoras 

El don de Paola para sacar la mala vibra es tan fuerte que a ella acuden personas de todo tipo: desde reconocidos cantantes de música urbana y futbolistas, hasta abogados y ministros de Estado.

A muchos de ellos les quita la energía negativa que arrastran por culpa de otras personas que “envidian su progreso o su estatus”.

Como complemento, Paola realiza rituales para “abrir caminos” y ayudarles a seguir creciendo profesionalmente.

La parapsicóloga y experta en temas paranormales, Esther Figueroa, explica que las curanderas deben tener un carácter fuerte para realizar limpias, ya que absorben la energía y los problemas de las personas que sanan.

Aclara que tener carácter fuerte no significa ser conflictiva o enojona, ya que eso puede ser contraproducente: podrían absorber más energía de la que liberan.

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Para Figueroa, lo ideal es que una curandera sea sensible, amable, pacífica, carismática y dadivosa. Así canaliza mejor las vibras negativas y las expulsa del cuerpo del ‘huésped’.

Esto es crucial, según la experta, porque con el paso del tiempo, al recibir constantemente energía ajena, las curanderas pueden acortar su tiempo de vida o desarrollar enfermedades graves.

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