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¡Ladrón de tumbas, detenido a escobazos!
Una mujer alertó a sus compañeros para su captura. El sujeto se llevaba recuerdos, biblias y adornos de las tumbas en el cementerio general de La Libertad.
Varias personas encontraron rejas abiertas en las tumbas de sus familiares.
Arreglos florales, cuadros bíblicos, adornos. Todo lo que creyeran les era útil se lo llevaban. No les importaba que estuviesen en una tumba, en un camposanto. Hasta que Raquel Sánchez, cansada de los robos en varias tumbas del cementerio general de La Libertad, decidió actuar con varios vecinos. Y fue ella quien, precisamente, a punta de escobazos logró la captura del presunto ladrón de tumbas.
La mujer alertó a sus demás compañeros para que le ayuden a detenerlo. Pero las molestias vinieron luego, cuando se enteraron de que el sujeto capturado por ellos cuando presumiblemente se llevaba varios objetos de las tumbas no sería procesado debido a que el valor del hurto no superaba el monto establecido en la ley.
“No es posible que lo vayan a dejar libre y después vuelve por aquí a seguir cometiendo fechorías, preocupa que regrese a vengarse”, dijo la mujer.
El albañil Óscar Catut, también comentó molesto sobre lo ocurrido en el camposanto: “¿O sea que la ley más ampara al delincuente que a las personas comunes? ¡Hasta dónde hemos llegado!”, manifestaba el obrero.
Washington Barrera Maldonado, director de Justicia y Vigilancia de este cantón, indicó que el aprehendido fue entregado a la policía para que le inicien un proceso de contravención por haber ingresado a un bien público y será el fiscal de turno o un juez quienes decidan la acción a seguir.
“Es verdad que la norma jurídica establece un monto del 20% del salario básico unificado en el caso de hurto y lo que se llevaba no alcanzaba ese valor, pero ha tenido una conducta inadecuada y debe ser castigado”, expresó la autoridad.
El viernes 5 de julio, Rosalía Rosales, administradora del camposanto, confirmó que fueron 15 los nichos de donde los maleantes se llevaron, arreglos florales, cuadros bíblicos e inclusive pretendieron sacarse las rejas que protegen la parte frontal de las bóvedas.