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¡Ausencia devastadora!
Desde hace un mes, Carmen Males salió de Latacunga a Quito. Pareciera que ‘se la tragó la tierra’ porque no da señales de vida.
No es solo la ausencia de Carmen Emilia Males lo que tiene devastada a su familia, sino también la falta de resultados luego de la extenuante búsqueda que inició tan solo horas después de la desaparición.
Fue el 4 de febrero de 2019 que su esposo Bolívar Proaño la vio por última vez. Desde entonces perdió el sueño y el apetito. Esa tarde, la mujer, de 42 años, le dijo que viajaría a la capital para encontrarse con una amiga. Por eso salió de la vivienda, ubicada en Alaquez, parroquia de Latacunga, Cotopaxi.
Sin embargo, ahora con la recopilación de algunas versiones, él sabe que Carmen nunca llegó allá. Es más, la allegada no ha visto a Males desde el 7 de noviembre del año pasado. “Ha sido muy doloroso, pero no descansaremos hasta encontrarla”, aseguró Proaño.
Carmen y Bolívar se casaron hace 15 años. En esa época ella tenía una nena de 6. La joven es como una hija para Bolívar, incluso ahora ambos encabezan juntos la búsqueda de la señora.
“Esta no es una desaparición voluntaria. Tenemos una hija y una nieta, ella no se fue por su decisión... Creo que está presionada por alguien”, refirió el esposo.
Además del hogar, la pareja compartía oficio en un hospital de Latacunga, por lo que para el señor ha sido difícil entender la ausencia de su compañera de vida y de trabajo.
Según Bolívar, la investigación arrojó que Carmen se fue para Quito a “encontrarse con un amigo”. Para él, ese hombre es el principal sospechoso de la ausencia de su esposa, pero por el momento no se lo ha podido vincular al hecho.
Desde el momento en que Males salió del hogar, Proaño ha viajado a Quito para realizar diligencia y pegar afiches en las calles con el fin de que alguien pueda darle razón del paradero de su mujer.
“He recibido llamadas de que la vieron por Ambato. En otras me han amenazado, incluso han querido extorsionarme”, indicó.
Joselyn, por su parte, difundió una carta en redes sociales para pedir a las autoridades que se investigue a profundidad la ausencia de su progenitora, quien era enfermera. “Necesito tenerla conmigo, necesito encontrarla”, precisó la muchacha, de 21 años, en un vídeo que acompaña el escrito.
La rutina en la casa se ha transformado drásticamente desde que la señora no está. Su esposo contó que lo que más extraña son los días en los que paseaban juntos con su nietecita, de tres años. “Pedí que se haga un allanamiento a la casa de ese tipo, pero no le han dado paso... Quiero que sepa que la esperamos con los brazos abiertos. Pase lo que pase siempre habrá amor. Dios la cuide donde quiera que esté”, concluyó.
Si usted conoce el paradero de Carmen, por favor comuníquese al teléfono de Proaño: 0999-885-778.
Denuncia
Según Joselyn, el 13 de febrero pusieron una denuncia por amenazas y extorsión. Esto luego de recibir mensajes y llamadas sobre la “venta de mi madre” para un tema de trata de personas hacia México.