Los quiteños optan por el transporte motorizado

El tráfico que se produjo en la avenida Amazonas, en el norte de Quito, fue un ejemplo de que el Día Mundial Sin Auto no se tomó en cuenta. Los carros se agolparon cerca del mediodía de este 22 de septiembre, hora pico en cuanto a circulación de automotores.

Aunque en la ciclovía se miraba a gente que se trasladaba en bicicleta, esto no fue garantía de que se supiera que este jueves se promovía la iniciativa mundial. “La verdad no conocía de esto”, admitió Luis Jarrín, estudiante universitario. Él se movía pedaleando la ‘bici’ por la vía exclusiva.

Indicó que todas las mañanas se traslada desde la zona del Banco Central, hasta el Seminario Mayor. Jarrín considera que el uso de los automotores es muy excesivo en la ciudad.

La Secretaría de Movilidad realizó un estudio en 2014, denominado Diagnóstico de la movilidad en el Distrito Metropolitano de Quito para el plan metropolitano de desarrollo. Allí se señala que los quiteños generaban más de cuatro millones de viajes. Estos se realizan en los distintos medios de transporte, tanto motorizados como los que no lo son.

Según el análisis, el uso del transporte público equivale al 61,3 por ciento. Mientras que el privado (autos o motos) sumaba el 23 por ciento. El no motorizado, tanto peatonal como en bicicleta solo alcanzó el 15,6 por ciento.

La proyección que se hizo para el 2030 fue que el parque automotor en Quito sería de más de un millón. En 2015, en cambio, solamente sería de 450 mil.

Para Diego Puente, excoordinador de transporte no motorizado, este tipo de iniciativas se han aceptado parcialmente. “No pasa solamente por la simpatía que puede generar la idea. Sino por la disponibilidad de medios alternativos al auto”, indicó.

El exfuncionario acotó que la capacidad institucional y operativa de la ciudad, en cuanto a movilidad, todavía está en ejecución. Cuando esto ya se afiance, las iniciativas que promueven el uso limitado de carros podrá realizarse al cien por ciento.