Los tres bombazos lanzados la madrugada del martes en una vivienda de la manzana 415, de la cooperativa Ángel Duarte, en la Isla Trinitaria, sur de Guayaquil, aún tienen aterrados a sus habitantes. La explosión produjo daños materiales en siete inmuebles y en un vehículo que estaba estacionado afuera de un domicilio.

Uno de los afectados indicó que el atentado, probablemente, fue por represalia en contra del dueño de la casa donde colocaron los tres explosivos. La vivienda tiene dos divisiones, en el extremo izquierdo funciona una iglesia evangélica.

 “En el barrio lo conocemos como Chucho (al dueño de casa), lo detuvieron hace una semana. Su esposa está embarazada. Tenemos miedo de que algo así se repita y que esta vez no solo haya daños materiales”, dijo el morador.

El coronel Fausto Miño, jefe del distrito Esteros, indicó que las personas que habitan en la vivienda donde colocaron los explosivos no dieron información de lo ocurrido y tampoco facilitaron datos del dueño del inmueble.

 “Por la onda expansiva no puede determinarse cuántas cargas explosivas colocaron”, indicó. (AEB)