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Bárbara muestra los deliciosos turrones que son elaborados de manera artesanal.Hernán Lucas / Extra

Dulces manabitas, manjar de los reyes

La elaboración de estos bocadillos es una herencia de los artesanos, quienes los fabrican con mucha dedicación y amor.

Hace cientos de años la natilla, el turrón, preparados con el maíz, maní, leche, panela y otras especies que se cosechan en tierras manabitas, fueron conocidos como el manjar de los reyes.

Estas delicias solo se brindaban en ocasiones especiales y fiestas patronales en Charapotó de Sucre.

Después de 15 años dos familias vuelven a vivir estas tradiciones gastronómicas con el objetivo de no dejar desaparecer los sabores ancestrales hechos con ingredientes que la madre tierra les proporciona.

Es difícil de volverlos a probar en otro sitio del país, ya que son preparados en ollas y horno de barro a punta de leña.

Algunos de estos bocaditos llevan como envolturas hojas de maíz para conservar el sabor natural y garantizar su frescura.

“Lamentablemente vivimos lejos de la gran ciudad para poderlos comercializar y ahora solo los preparamos una vez al año”, recalcó Juan Cevallos Chumo, de 68 años.

Preparación del turrón

Bárbara Centeno Centeno, de 60 años, vive en el sector La Laguna, y es una de las personas que prepara el turrón, que es una mezcla de maíz amarillo, panela, maní quebrado, canela, clavo dulce y otras especies.

Todo esto da como resultado una golosina flexible, color marrón, con sabor a maní tostado agridulce.

“Para hacer este dulce se necesita de mucha paciencia y tener tino al momento de mezclar los ingredientes”, indicó Bárbara.

Agrega que el sabor de este dulce es inigualable porque todos sus ingredientes son naturales.

La preparación de esta ricura, para 100 porciones pequeñas, tiene una duración de dos horas y se conserva sin refrigerar hasta dos meses aproximadamente bajo la envoltura de la hoja de plátano. El maíz y maní tostado luego se muelen en un molino artesanal.

Luis Chungam, de 75 años, habitante de la parroquia Las Coronas, aseguró que su especialidad es preparar la natilla.

Otro postre ancestral gelatinoso que lleva los mismos ingredientes que el turrón campestre, pero que demanda más dedicación y cuidado al momento de elaborarlo.

Otra de las habitantes de Las Coronas es Linda Bermúdez, de 63 años, quien indica que gran parte de los dulces se los prepara con panela, un extracto de la caña de azúcar.

Fiestas patronales

Estos campesinos salieron de sus comunidades para rendir homenaje a Charapotó por sus 484 años de fundación, el pasado 21 de septiembre, y lo hicieron elaborando estas golosinas.

Juan Francisco Zambrano, gestor cultural manabita, aduce que lo ancestral e histórico de estos dulces se da desde su preparación.

Además, agregó que estas personas son las que elaboran sus propios bocadillos a base de productos que están dentro del patrimonio cultural.

“Muchos de estos dulces ni siquiera se conocen en el paladar de los jóvenes, pero ahora esta gente quiere revivir la historia”, recordó Zambrano.

El historiador añade que para hacer la panela en muchos lugares la realizan de manera artesanal, o sea trabajada del trapiche que es jalado a caballo o en un burro.

Maritza Intriago, catedrática universitaria y gestora cultural, destacó que la provincia de Manabí, sin duda alguna, es una potencia gastronómica ancestral.