Todo estaba perfectamente planificado. Apenas amaneció, dos sujetos se alistaron para dirigirse a la casa de Marcos Rogelio Macas Medina, ubicada en el barrio Los Ceibos, de la parroquia Puerto Bolívar, en el cantón Machala de la provincia de El Oro.

Aproximadamente a las siete de la mañana de miércoles 6 de octubre, los desconocidos llegaron al punto. El ‘trabajito’ que iban a realizar no lo vieron difícil, pues la estructura de la casa, levantada en caña y madera, les dio las facilidades que necesitaban: de un solo golpe tumbar la puerta. Y así lo hicieron.

Marcos Macas, de 32 años, aún estaba durmiendo cuando varios proyectiles penetraron en su cuerpo. Los balazos le impidieron ver la luz del nuevo día porque su muerte fue instantánea.

“Escuchamos varios tiros en la casa de los vecinos y vimos que dos tipos salían a la carrera, por eso decidimos llamar al ECU-911”, dijo un testigo, quien por miedo prefirió no revelar su nombre.

Tras la denuncia que hicieron, los paramédicos del Cuerpo de Bomberos fueron los primeros en llegar y verificar que la víctima no tenía signos vitales.

El fiscal Cristhian Ayala precisó que se encontraron nueve indicios balísticos en la escena del asesinato.

Reiteró que la puerta de la casa fue violentada para atentar contra la vida de la víctima, cuya esposa resultó ilesa, pero presa del miedo ante lo ocurrido con su pareja.

“Tres impactos de bala fueron encontrados en la región del abdomen de la víctima. El individuo se encontraba en su cama”, describió la autoridad judicial, quien indaga si los pistoleros llegaron a pie o en algún vehículo.

El capitán Nelson Solís, de la Dirección de Delitos Contra la Vida y Muertes Violentas (Dinased), mencionó que junto a personal de Criminalística recabaron evidencias que ayudarán en la investigación.