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Cerdo nació con dos cabezas y tres ojos en Machala
Tenía dos cabezas, dos hocicos y tres ojos. El animal asustó a la mayoría de los pobladores de la comunidad de la isla Santa Ana, en el norte de la ciudad de Machala.

El cerdo nació el pasado viernes en Santa Ana, en Machala. Se cree que sus deformidades se deben al consumo de químicos.
Tenía dos cabezas, dos hocicos y tres ojos. Un cerdo, que nació el viernes pasado, asustó a más de uno de los pobladores de la comunidad de la isla Santa Ana, norte de Machala, en la provincia de El Oro.
El animal fue uno de los siete críos que parió la chancha. Dos de ellos nacieron muertos. Según su cuidadora, Esthela Narváez, no es la primera vez que una puerca pare un cerdo con deformaciones en su cabeza.
“Hace siete años un puerquito nació con cabeza de elefante. La verdad es que en ese entonces me asusté, porque nunca vi algo así”, contó la mujer de 65 años.
Narváez cree que la deformación de la cría se debe al guineo que comen los puercos, que puede estar contaminado con algún químico para matar las plagas de las plantaciones de banano, que están en medio de la población.
“No hay otra explicación. Por aquí, incluso, pasan las avionetas regando ese químico que en muchas ocasiones cae sobre nuestras casas”, refirió.
Los gritos del chanchito al no poder alimentarse por las trompas, debido a que las tenía cerradas por la falla genética, hicieron que los curiosos llegaran al sitio. Ellos pedían a los dueños que no lo dejaran sufrir más. Incluso, unos sugirieron llevarlo a un camal para que su muerte sea más humana.
“Esto es una señal de que estamos cerca del fin del mundo. Imagínese que un puerco nazca con dos cabezas. La verdad es que estoy asombrada. Además, nosotros no cuidamos de la naturaleza y por eso están pasando este tipo de cosas”, manifestó Graciela Jiménez, de 36 años, habitante de la zona.
El doctor Mauro Nirchio, médico genético de la Universidad Técnica de Machala, indicó que este tipo de malformaciones genéticas se pueden derivar de ciertos aspectos, entre ellos, los alimentos y el agua que podrían estar contaminados con algún tipo de pesticidas u otros componentes químicos.
El experto recomienda que en caso de que el marrano no puede alimentarse por sí mismo, se lo debería anestesiar para luego inyectarle una dosis letal que le produzca un infarto.