El 54 % de los electores ecuatorianos tienen entre 40 y 16 años y allá han apuntado los candidatos a la segunda vuelta electoral hacia la presidencia. Los discursos ya no se dan en balcones sino que se han transformado a skechets de 30 segundos.

Para el politólogo Francisco Montahuano esto es decisivo en los resultados. Por un lado ve a Daniel Noboa (ADN) con un discurso sostenido desde la primera vuelta. "Muestra una imagen familiar, atlética, joven".  Con esta estrategia, a decir del experto, lo construye simbólicamente como la nueva generación de la política, algo que dicho grupo etario estaría precisamente buscando en un líder.

Por otro lado, Luisa González (RC) ha cambiado la estrategia, pues se muestra más jovial que en primera vuelta. Conversa de tatuajes y piercings en sus redes. "Ya le pusieron jeans, quizá se dieron cuenta que la ropa que usaba era para clase media alta y no accesible para todos", opinó.

Marcelo Espinel, analista político, expresa que es pronto para definir las estrategias de cada uno. Pero sí concuerda en que el voto joven es decisivo y cree que estas generaciones están más conscientes de las propuestas que de la imagen. "Tienen un concepto más maduro de la política. Creo que el populismo es menos eficiente con ellos", aseguró.

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Para Montahuano, es posible que mostrarse 'cool' atraviese las propuestas de los candidatos. "En año y medio de mandato no podrán resolver todos los problemas y todos debemos ser conscientes de eso", insistió.

Temas como el cuidado del medioambiente, derechos, emprendimientos, igualdad de género se debaten entre los millenials y centennials, que son quienes más consumen y producen en redes sociales. Los 'anzuelos' están lanzados.

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