Para Liz Vera, residente de la ciudad de Durán, provincia del Guayas, votar en la mañana o en la tarde da lo mismo. No lo considera una estrategia para estar segura en el cantón más conflictivo de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón).

“Ya se ha visto que acá las bandas delictivas dominan el territorio, no me alivia para nada ver a militares o policías en los recintos. La gente trata de estar tranquila, pero aún tiene miedo”, manifestó la mujer de 40 años.

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Ella sufragó en la Unidad Educativa Federico González Suárez, el recinto electoral más grande de la urbe ferroviaria, con 21.000 electores. En este plantel, 19 policías y 25 militares se encargaron de mantener el orden y la seguridad ciudadana.

Lo que llamó la atención fue que en la puerta de ingreso no revisaron los bolsos y carteras, como en los comicios pasados, el 20 de agosto.

Mónica Martínez llegó de La Aurora, parroquia urbana de Daule. Ella salió de su ‘camello’ para acompañar a su hija a votar al plantel con mayor afluencia de electores. Fue como madre para protegerla. Llevó su ‘espada’, la Biblia. Asegura que fue confiada, no en los agentes del orden, sino en Dios.

Jonathan Quiñónez fue el ‘guardaespaldas’ de su novia, la tía y la abuelita de ella. Tuvo que ir a tres distintos recintos para asegurarse de que no les pase nada en el camino.

“Vi más militares en las votaciones pasadas. Me da miedo, pero voy con mi rosario”, comentó Carmen Mora, de 63 años.

La medida de seguridad de Ricardo Sánchez fue llevar a sus dos perros de raza american bully. Acudió con Zeus al recinto, mientras que Hera se quedó en el carro. Ambos son canes tranquilos, pero están entrenados para atacar.

Cerca de las 09:15 del 15 de octubre, un sonido de sirenas asustó a varios ciudadanos; otros se ‘quedaron como el pavo’. La bulla fue por la llegada del exalcalde Dalton Narváez, quien acudió a ejercer su derecho al voto en la Unidad Educativa Federico González Suárez.

El exservidor público fue resguardado por un fuerte contingente policial. De 15 a 20 uniformados lo acompañaron.

Fue encapuchado y se movilizaba en un carro Audi negro polarizado. En cuanto ‘asomó’, algunos ciudadanos prefirieron ‘sacársela’, por temor a un posible ataque armado.

Una sufragante dijo: “Yo mejor me hago a un lado, por si vaya a pasar algo”. Otros, al disimulo, retrocedían algunos metros. Policías impidieron el paso del electorado que estaba por ingresar al recinto.

La permanencia de Narváez en el recinto electoral no duró ni 10 minutos. Su madre, la exalcaldesa de Durán, Mariana Mendieta, fue secuestrada el pasado 5 de octubre. Hace cinco meses recibió panfletos amenazantes en contra de ella y de otros parientes. Mendieta fue liberada en el sector Los Garabatos, al sureste del cantón Milagro, cerca de la vía a Naranjito, provincia del Guayas.

En la Unidad Educativa Fiscal Fabrizio Bucco Bozzolo, ubicada en la ciudadela Héctor Cobos Ubilla, sector 1, en el Distrito El Arbolito, una de las zonas consideradas conflictivas por la Policía Nacional, la ciudadana Mariana Crespín contó que no le importó gastar en taxi, pero ya no se trasladó en bus hasta la escuela fiscal donde debía sufragar.

“En este plantel estudian mis hijo y algunas veces nos han llamado para que vengamos a ver a nuestros niños porque se armó algún relajo. Ya mismo voy con mi esposo a votar a El Recreo. Espero que podamos salir con bien de allí”, concluyó. 

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