La ladera del Pichincha fue el punto estratégico para librar la batalla que nos daría la independencia del yugo español. Disparos, cañonazos, gritos y muerte ocurrieron en esa gesta del 24 de mayo de 1822.

Ahora, 200 años después, aquel hecho histórico volvió, pero de un modo más tétrico. Uno de los moradores de la actual Cima de la Libertad, en el suroccidente de Quito, cuenta a EXTRA que se escuchan los estruendos de aquella lucha.

Gonzalo Andino, de 80 años, ha escuchado supuestos sonidos paranormales. Durante dos décadas, el morador se ha estremecido por el fantasma de los tambores de guerra que antaño acompañaron a los soldados en la batalla.

“Eso ha ocurrido durante las madrugadas. Y cuando eso pasaba, siempre ha llegado una neblina bastante espesa”, relata mientras camina hacia su casa, que está en la ladera, cerca del templo libertario que se erigió en honor a los próceres.

Un cañón fantasma

Andino, quien se dedica a enderezar autos y también a la música, detalla que hubo una ocasión en la que incluso oyó algo mucho más fuerte. “Yo estaba recostado. Recuerdo que eran las tres de la tarde y se escuchó un cañonazo”.

Eso lo alteró tanto que salió a ver lo que ocurría, pero no encontró nada. Posiblemente, aquel estruendo fue el que causaron los cañones de las tropas independentistas y de la realeza española, comandadas por Antonio José de Sucre y Melchor Aymerich, respectivamente.

Para explicar estos sucesos sobrenaturales están Christian Cevallos y Harold Hernández, una dupla que se dedica a investigar fenómenos paranormales y que llegó al lugar para conocer más sobre lo que cuenta Andino.

El morador les precisa que alguna vez le dijeron que, probablemente, tras la batalla libertaria, alguien debió enterrar las armas en la zona como una estrategia militar. Por eso, sería probable que su retumbar todavía recorre las faldas del Pichincha.

Presencias espectrales

Los investigadores se mueven por la zona utilizando un medidor de flujos, el cual les indica si hay alguna presencia paranormal. “Cuando el indicador sobrepasa los 90 miliamperios, significa que sí hay un espectro que, a simple vista, no se observa”, refieren.

Y en el caso de la Cima de la Libertad, el aparato marca más de 120. Es decir, que por ahí rondarían espíritus que serían de las víctimas de la Batalla del Pichincha.

“Los ruidos que el señor oyó son producto de impregnaciones energéticas que se manifiestan cada cierto tiempo respecto a lo sucedido en determinadas circunstancias”, explica Cevallos.

Esto ocurre con más frecuencia por dos situaciones: cuando existen muertes masivas y si se trata de un hecho conmemorativo.

Por eso, Andino pidió a los investigadores que regresaran el próximo 24 de mayo, porque en esa fecha los ruidos paranormales son mucho más intensos. ¡De terror!