El dolor de la madre de Marco Morante Zambrano, de 3 años, era indescriptible. Sentada en la vereda, afuera de la morgue del cantón Quevedo, provincia de Los Ríos, no encontraba consuelo por la muerte de su único hijo que se cayó de la camioneta de su papá.

Su pesar era doble, pues no solo tenía que enfrentarse al hecho de haber perdido a su retoño sino también esperar la decisión de las autoridades sobre la situación jurídica de su conviviente por el accidente vial ocurrido a las 21:00 del miércoles 23 de junio, en la entrada del cantón Buena Fe, por el redondel de las frutas.

Todos los familiares lloraban lamentando lo ocurrido, pero nadie quiso referirse al caso. Sin embargo, por otras personas se pudo conocer que Marco Antonio Morante viajaba con su niño y otro adolescente que también era familiar por el ingreso a Buena Fe.

De repente, por supuestamente esquivar a otro vehículo hizo una maniobra que provocó que el infante salga ‘volando’ por la ventana del asiento delantero, según está registrado en un reporte policial.

Los carros involucrados quedaron en el lugar del percance y el menor de edad murió de forma instantánea.

Tras lo ocurrido, Morante fue trasladado al área de aseguramiento de la Unidad Judicial de Quevedo en espera de resolver su situación legal.

Al cierre de esta edición se conoció que el otro conductor también estaba retenido para que proporcione su versión sobre el accidente.

Mientras tanto, los deudos esperaban el resultado de la autopsia para esclarecer si el niño fue arrollado por otro carro luego de caer a la vía.