Los comerciantes ambulantes dejaron de vender sus productos luego de que escucharon un estruendo en la avenida Pichincha, en el sector de La Marín, centro de Quito.

Cuando se acercaron al lugar vieron que un vendedor de caramelos a quien conocían como el Flaco estaba ensangrentado y debajo de un articulado del Trole. El hombre, de unos 52 años, murió en el acto.

Un comerciante de audífonos, quien prefirió no dar su nombre, indicó que la víctima habría estado huyendo de dos individuos que lo seguían con un cuchillo. “Al parecer les hizo algo a ellos” y señaló los locales comerciales.

El testigo añadió que el Flaco no alcanzó a ver el automotor pesado y que cuando intentó esquivarlo fue demasiado tarde. Sus agresores, al ver que fue impactado, huyeron del sitio.

El conductor del bus también salió ‘soplado’ de la escena antes de que llegaran agentes de tránsito y policías, quienes acordonaron el lugar para evitar que se acercaran los curiosos. Sin embargo, minutos después llegó el abogado Marcelo Díaz, representante de la cooperativa a la que pertenece el vehículo implicado, y se comunicó por teléfono con el chofer, quien regresó al lugar y quedó detenido para investigaciones.

“Mi defendido no es culpable. Analizaremos las circunstancias del hecho para obtener su libertad”, dijo Díaz.

Los uniformados revisaron las grabaciones de la cámara de un almacén para conocer más detalles del siniestro. En la secuencia se muestra que el conductor del articulado no alcanzó a frenar cuando la víctima intentó cruzar la calle.

El cuerpo del Flaco se impactó contra el parabrisas izquierdo y cayó al suelo. Luego, la primera llanta del articulado le pasó por encima.

La víctima tenía heridas en la cabeza y su brazo derecho estaba roto. Hasta después del levantamiento, no llegaban los familiares. Solo quedó su zapato izquierdo y su mascarilla llena de sangre. Mientras tanto, el vehículo fue llevado a los patios de retención.