Érika Chérrez padece leucemia linfoblástica aguda hace 10 años, pero eso no frenó su espíritu solidario y desde el lunes pasado está al frente de la cocina comunitaria que instalaron un grupo de moradores del barrio Nueva Concordia 2, ubicado en el sur de la ciudad de Esmeraldas, uno de los sectores afectados por las inundaciones registradas el domingo pasado.

La mañana de este miércoles 7 de junio de 2023 la mujer, de 34 años y que se dedica a la formación de emprendedores, preparaba fideos con atún, arroz blanco y una sopita de hueso carnudo para entregar en los barrios 24 de Mayo y La Propicia 4, donde la gente sigue sacando lodo de sus casas y tratando de recuperar lo poco que les dejó el paso devastador del río Teaone.

Érika vive en el otro extremo de la ciudad, en el sector Las Palmas, y todos los días toma el bus a las siete de la mañana y viaja casi una hora para preparar los alimentos de los damnificados. Ella cuenta con el apoyo de otras mujeres del barrio Nueva Concordia 2: una hace la sopa, otra pica los aliños y otro grupo se hace cargo de jugo.

Cuando todo está listo, entre todas llenan u ordenan las raciones para que sean trasladadas a los distintos sectores. Los alimentos se preparan con las donaciones que los mismos vecinos o gente de otros sectores les llevan.