El jueves 21 de agosto de 2025, falleció Donnovan Salinas Valdez, tripulante en el grado de marinero, durante la ejecución de habilidades acuáticas en el curso de Comando Anfibio. Estos entrenamientos, considerados de alto riesgo, cuentan con el acompañamiento de personal altamente capacitado y con equipos adecuados para enfrentar cualquier eventualidad. Sin embargo, familiares denuncian que los protocolos no habrían sido suficientes.

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Los marinos son conscientes de los peligros que implican este tipo de entrenamientos extremos, diseñados para poner al límite sus capacidades físicas y mentales. No obstante, las críticas apuntan a que la preparación y la asistencia médica disponibles no estarían a la altura de los riesgos, lo que deja en entredicho la eficacia de las medidas de seguridad implementadas.

El dolor de una madre que exige respuestas

La muerte de Valdez no solo deja luto en su familia, sino también un sentimiento de abandono. La madre del marinero aseguró en un video que circula en redes sociales que la Armada no le habría brindado explicaciones claras sobre lo ocurrido.

“La Armada me ha dejado botada, yo no sé nada de la Armada, ni siquiera me llamó en la tarde, solo vi a mi hijo muerto en una cama, no vi a nadie, solo un dizque comandante y nada más, yo no sé nada de la Armada, la Armada me dejó botada, mi hijo no, no me dan explicaciones, solo dicen que le dio un infarto, qué infarto le va a dar si mi hijo pasó pruebas, mi hijo pasó muchas pruebas para llegar a ese maldito curso y me lo entregaron solo muerto, y hasta ahorita no hay nadie de la Armada aquí diciéndome qué hay que hacer, cómo hay que hacer las cosas”, expresó entre lágrimas.

Su testimonio contrasta con el comunicado oficial, donde la Armada asegura haber activado “los protocolos internos y externos correspondientes, brindando todo el apoyo necesario a la familia del compañero fallecido”. Sin embargo, hasta ahora, la familia afirma no haber recibido asistencia ni información oficial.

Comunicado oficial vs. denuncias internas

En su comunicado, la Armada del Ecuador lamentó el fallecimiento y aseguró que “este lamentable hecho se produjo en el marco de un entrenamiento especializado, en el que nuestro personal se prepara bajo condiciones de riesgo inherentes a la naturaleza de su carrera". Además, reafirmaron su compromiso con la transparencia y la justicia y pidieron no utilizar este incidente “de manera irresponsable e irrespetuosa, con fines protervos e inclusive políticos, para lastimar el buen nombre de la Institución”.

“Ante este suceso, se activaron los protocolos internos y externos correspondientes, brindando todo el apoyo necesario a la familia de nuestro compañero fallecido, así como toda la colaboración con las autoridades competentes en el proceso legal respectivo, reafirmando nuestro compromiso con la transparencia y la justicia”, explicaron.

Pero las declaraciones oficiales han sido insuficientes para calmar la indignación dentro y fuera de la Armada. El capitán Edwin Ortega publicó un video en la red social X, en el que exigió que se revele “la verdad del caso” y responsabilizó directamente a los altos mandos por la muerte del marinero. En su mensaje, cuestionó la falta de asistencia médica durante el entrenamiento, señalando la ausencia de ambulancias, médicos y enfermeros en un curso de tan alto riesgo.

Acusaciones de negligencia y falta de transparencia

Las críticas no se han limitado a la familia ni a oficiales retirados. Miembros activos de la Armada también han manifestado su malestar por la supuesta falta de protocolos adecuados y el trato a los familiares de la víctima.

“Seguimos con la falta de sensibilidad en la Armada del Ecuador. No se trata solo de publicar condolencias; la madre del marino pasó toda la noche en la morgue sin apoyo de un oficial de enlace y sin conocer la verdad de lo ocurrido. No se trata de cualquier pérdida, falleció un infante de marina”, señala otro pronunciamiento que se viralizó en redes sociales.

El mismo comunicado exige que la Fiscalía investigue a los responsables por negligencia manifiesta y hace un llamado al presidente Daniel Noboa y al Ministerio de Defensa para que se garantice un proceso transparente.

Presión pública y exigencia de justicia

La muerte de Donnovan Valdez revive viejos reclamos dentro de la institución militar: entrenamientos de alto riesgo sin recursos adecuados, falta de personal médico y escasa supervisión en protocolos de seguridad. Para los denunciantes, estos problemas no son nuevos, sino el reflejo de un sistema donde, según dicen, “los cursos de infantería de marina siempre han sido la última rueda del coche”.

Hasta el momento, no se han ofrecido detalles sobre las circunstancias exactas del fallecimiento ni se ha presentado un informe oficial que explique qué falló durante los ejercicios. Las familias, los miembros de la Armada y la opinión pública exigen respuestas claras y justicia para Donnovan Valdez.

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