Una situación de riesgo vivió una conductora esta semana en el norte de Guayaquil, cuando un desconocido se acercó a su auto con la apariencia de ser un vendedor informal. El hecho tuvo lugar en la avenida Las Aguas, justo en el cruce con la avenida Juan Tanca Marengo, mientras el vehículo permanecía detenido ante un semáforo en rojo.

Lo que parecía un encuentro rutinario con un comerciante callejero terminó en un intento de robo. El momento fue captado por la cámara del automóvil, que registró al individuo caminando entre los autos con una funda en la mano, como si ofreciera dulces.

Intentó simular una venta antes de sacar un arma

En las imágenes grabadas desde el interior del auto se observa al hombre aproximándose primero al lado izquierdo del vehículo. Luego de unos segundos rodea el frente del automóvil, guarda la funda y extrae de su pantalón lo que parece ser un arma de fuego, con la cual comienza a hacer señales a la conductora, aparentemente exigiéndole su teléfono.

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Ante la amenaza, la mujer maniobró rápidamente y logró desplazarse hacia otro carril para evitar el asalto. El individuo, al ver frustrado su intento, se alejó del lugar. Según las imágenes, el sujeto vestía una camiseta azul de la selección ecuatoriana y llevaba puesta una gorra negra.

Robos similares 

Casos similares se han reportado en la misma intersección por parte de vecinos y conductores. Cecilia Torres relató que a finales de abril fue víctima de un asalto bajo una modalidad muy parecida, mientras viajaba con su esposo. Un hombre se les acercó simulando vender dulces y luego los encañonó con un arma. Según explicó, otro individuo en motocicleta lo esperaba a pocos metros.

"La zona es muy oscura, en la noche no hay resguardo, y por debajo de los puentes los pillos están esperando para robar. Ahora nos da recelo ir por Las Aguas. Deben enviar policías a que hagan rondas", comentó la mujer, visiblemente preocupada por la inseguridad persistente en ese sector.

Ciudadanos piden mayor seguridad en la zona

Víctor Balladares también presenció un incidente delictivo similar en ese punto hace aproximadamente un mes. Según relató, se encontraba detenido por el semáforo cuando observó cómo un individuo caminaba por la vereda con una funda en las manos, se acercaba a un carro y sacaba un arma para intimidar a los ocupantes.

"La verdad me asusté bastante, me quedé helado, no sabía qué hacer. Es que tampoco podía moverme, no sabía si pitarle para que no le robe. Vi que el carro delante mío le dio un celular y el hombre corrió y una moto lo esperaba. Fue rápido, fueron menos de 10 segundos, pero muy angustiante", dijo Balladares sobre su experiencia.

Ante la repetición de estos actos delictivos, padres de familia de una institución educativa cercana han solicitado que se refuerce la vigilancia en la zona. Como medida concreta, han pedido que se reactive la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) situada en Urbanor 1, la cual actualmente no se encuentra en funcionamiento. Consideran que su reapertura permitiría una respuesta más efectiva ante los frecuentes robos registrados en ese cruce vial.

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