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El 21 de julio se realizó una multitudinaria marcha de familias y amigos de personas desaparecidas para exigir celeridad en las investigaciones.

286 desaparecidos en 2018

Sus nombres aparecen en una lista que maneja el Ministerio del Interior. Detrás de cada foto hay una historia como la de Bertha, una de las últimas extraviadas en el año.

Alberto Racines desapareció en Quito; Elida Alcívar, en Quevedo; Antonio Banguera, en Esmeraldas; Jostin Belollio, en Guayaquil... Ellos son parte de los 289 desaparecidos durante 2018, en Ecuador.

Una de las últimas desaparecidas es Bertha Estefanía Chicaiza Chicaiza. Y su búsqueda empezó el martes 18 de diciembre.

En la mañana, la muchacha de 18 años salió de su casa, en Latacunga -provincia de Cotopaxi- para sus clases en la Escuela Politécnica Nacional (ESPE). Asistió al aula y salió del centro de estudios. No volvieron a saber de ella desde entonces.

Su hermana, Johanna, cuenta que ese día Bertha dijo que tenía clases de 10:00 a 18:00 y que volvía a casa, con sus padres, pero no fue así. Empezó el calvario de la familia. Por ahora no hay rastro de ella. Solo la imagen de una cámara de vídeo de una ferretería, ubicada en el mercado de El Salto, en Latacunga, donde se ve a la chica seguir por su camino habitual de la universidad a su hogar. Ella llegó al terminal de Latacunga, de donde prácticamente se ‘desvaneció’.

El jueves 27 de diciembre, la familia Chicaiza Chicaiza viajó a Quito, a la Fiscalía General del Estado, para denunciar que la Fiscalía Provincial de Cotopaxi no ha investigado con celeridad la desaparición de Bertha “debido al feriado (de Navidad)”.

“No tenemos datos de la investigación. Desde ese día no pasamos en casa sino buscándola”, lamenta.

Johanna califica a su hermana como una “chica de casa y centrada en sus estudios de contabilidad”. No pudo haber huido de su hogar, pues la relación familiar es buena, según aseguran sus familiares.

Historias como la de Bertha se han repetido este año. Sus familiares viven con la incertidumbre de no saber en dónde están, qué les hicieron, por qué no han vuelto.

Información

Si tiene alguna información de Bertha Chicaiza puede comunicarse a los teléfonos: 0983149462 ó al 0983503920.

Proyecto de ley

Mientras tanto, la Comisión de Casos de Personas Desaparecidas en el país solo arroja cifras: 100 desaparecidos. Aunque la página de Desaparecidos Ecuador del Ministerio del Interior casi triplica ese número: son 289 hogares que este año se han quedado incompletos.

La Comisión se creó en diciembre de 2017 en la Asamblea Nacional. Absalón Campoverde, asambleísta que la preside, afirma que al menos 300 familias han acudido a esta comisión para exponer sus angustias.

Además, han comparecido el Ministerio del Interior, Dinased, Dinapen, Registro Civil, Medicina Legal, estudios forenses y Dirección de Datos con la finalidad de recopilar información y armar un proyecto de Ley de Desaparecidos.

El objetivo es estructurar un registro único de casos. El Ministerio del Interior y la Fiscalía afirman que son 1.495 casos –en total– que aún siguen en investigación y la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas (Asfadec) detalla que el número real supera los 4 mil.

Por su parte, Telmo Pacheco, presidente de Asfadec, dice que el camino aún es largo de recorrer, pues considera que el personal de justicia “no está capacitado para tratar temas tan complicados”.

Asfadec presentó este 2018 un proyecto de ley que contempla la tipificación de la desaparición como un delito, lo que permitiría celeridad en las investigaciones. Pero esto aún sigue siendo un proyecto. No más.

El hijo de Telmo lleva su mismo nombre. Desapareció en 2011. Y aunque han pasado siete años, el padre no ha tenido ninguna pista. Solo sospechas. “Sé que una persona invitó a mi hijo a un retiro espiritual antes de que desapareciera... la tipificación del delito serviría para que la investigue”, aseguró.

Mientras tanto, Johanna Chicaiza espera que su hermana no esté ausente tanto tiempo, todavía está intacto su puesto en la mesa, como todos los años. “En Navidad no celebramos nada. Salimos a seguir buscándola por Latacunga y sus alrededores”, concluye.