El sospechoso del femicidio de Johanna Guayguacundo, Carlos Escudero, fue llamado a juicio. Andrés López, abogado de la familia de la víctima, contó a EXTRA que los datos que arrojaron las investigaciones “fueron dolorosos”.

El cadáver de Guayguacundo fue hallado el 2 de febrero en San Juan de Calderón y lo primero que se evidenció fue la saña con la que fue victimada la periodista, de 28 años.

López relató que en los exámenes forenses se determinó que ella tenía golpes en el rostro, abdomen, brazos y piernas. “Antes de ahorcarla con una soga le dio una paliza”.

Extorsión

Durante las pericias, se encontraron evidencias de una posible extorsión que sufría la víctima. Presuntamente Escobar extorsionaba a la periodista para no publicar un video. “La filmación estaba en el correo y ahora está en cadena de custodia”, dijo el abogado.

También se hallaron los registros de las constantes transferencias bancarias que Johanna le hizo a su ex . El dinero entregado al implicado asciende a, por lo menos, 5.000 dólares.

Eso no es todo. A pesar de que la relación ya había terminado, el sujeto la habría acosado frecuentemente. Incluso habría logrado ahuyentar a una nueva pareja con quien la periodista quiteña intentó darse una nueva oportunidad.

Sus amigas y familiares vivían angustiados porque Escobar se le aparecía en cualquier lugar en el que ella estuviera. “Aparentemente tenía acceso al correo electrónico de la víctima y aparecía su ubicación”, comentó López.

En 2019, ella colocó una denuncia por violencia psicológica, pero después, aparentemente por presión de Escobar, pidió que no se continuara con ese proceso.  Sin embargo, la boleta de auxilio seguía vigente.

La coartada

La Fiscalía informó que en la fecha del femicidio, Guayguacundo y su expareja fueron vistos por un vecino en la esquina de una tienda en el sector de Calderón. El morador atestiguó cómo ambos discutían fuertemente y el sujeto la golpeaba sosteniéndola contra la pared. Sin embargo, cuando el vecino salió de la tienda, ya no estaban en el lugar.

“Existe un video en el que se lo ve saliendo de la escena del crimen”, agregó el abogado. Según López, el sospechoso había dicho que el día del asesinato él estuvo en el gimnasio, lo que no se comprobó.