Un solo litro de aceite lubricante puede contaminar hasta un millón de litros de agua. Esta consecuencia ambiental puede ocurrir si no hay un correcto manejo de los envases que almacenan este tipo de fluido. Pero en la Isla Santa Cruz, perteneciente a las Islas Galápagos, existe una iniciativa enfocada a evitar este riesgo.

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La Asociación Ecuatoriana de Lubricantes (APEL), a través de un sistema de recolección denominado Recoil, logró retirar una tonelada de estos recipientes. Una acción que beneficia a unos 16.000 ciudadanos, según estimaciones del gremio.

Los envases, hechos a base de plástico, al degradarse generan agentes tóxicos para el medio ambiente, a más de liberar los residuos de aceite sobrantes en ellos. Por eso es que el material recolectado en la Isla Santa Cruz tendrá una correcta disposición en el continente.

El proyecto se estableció mediante una alianza entre la asociación, agrupaciones de artesanos, el Gobierno Autónomo Descentralizado de Santa Cruz, el operador portuario Transnavitex, el buque transportador Fussion, y el gestor autorizado ADS

Existe expectativa de que el modelo sea replicado en otras regiones del mundo, con el fin de precautelar la conservación ambiental.

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