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En 2002, Jason Padgette recibió un fuerte golpe en la cabeza que lo convertiría en un genio de las matemáticas.ABC.es

Un golpe lo convirtió en genio matemático

A sus 30 años, lo único que le preocupaba era decidir a qué bar iría esa noche. Fue en una de esas salidas que su vida cambió tras recibir un golpe.

A sus 30 años, su única preocupación era decidir a qué bar iría en la noche. Y fue en una de esas salidas, que la vida de Jason Padgette cambió: dos hombres le propinaron una golpiza que lo convirtió en un genio matemático.

“Mi vida consistía en salir a bares en busca de chicas, beber, ir al trabajo y al día siguiente despertar con resaca. El estereotipo del idiota que ves entrando a un bar: ese era yo”, recuerda en una de sus conferencias.

En 2002, en Washington, Padgette salió con una amiga a beber en un karaoke. Amante de los años ochenta, pasó interpretando canciones de esa década. Mientras estaba en el escenario, vio a dos sujetos sentados en una esquina, pero no les dio importancia: no imaginaba que ellos lo convertirían en lo que es hoy.

Cuando salieron del lugar —recuerda— sintió un golpe fuerte: los hombres chocaron sus puños detrás de su cabeza y le arrancharon su chaqueta. En el suelo recibió más puñetazos; estos le causaron un sangrado en el riñón y una contusión.

Fue atendido en la sala de emergencias de un hospital, donde le inyectaron un analgésico y lo mandaron a reposar en casa. Pero las secuelas del suceso no fueron únicamente físicas, también repercutieron en su salud mental.

El hombre desarrolló un trastorno obsesivo compulsivo: le temía a los gérmenes; incluso llegó a desinfectar su dinero, limpiando cada billete. Vivió de esta manera durante tres años, cuenta el portal argentino Infobae.

Además, el traumatismo que sufrió en la cabeza —cuenta Padgette— hizo que viera las cosas de forma distinta, literalmente: “todo lo veía ligeramente pixelado: las nubes, el sol... Miraba el agua irse por el desagüe y veía tangentes, con líneas como olas que se cruzaban”.

Notó que todas estas formas pixeladas parecían moverse dentro de una cuadrícula. En un intento por entender por qué le ocurría esto, decidió aprender geometría fractal. Su interés creció y le permitió salir de su domicilio. Así fue como se inscribió en las clases de matemáticas, donde conoció a su esposa.

Mientras veía una entrevista a un hombre con Asperger —un trastorno del espectro autista— descubrió sobre el síndrome savant o sabio. Fue entonces cuando se obsesionó por saber si él también lo tenía. Tras realizarse unas resonancias cerebrales lo confirmó.

A la par, le diagnosticaron otra condición: sinestesia. “Las personas sinestésicas se caracterizan por reaccionar a un estímulo con otro sentido, además del que se ha inducido. Es una condición muy investigada por la ciencia, que se encuentra muy presente en el mundo del arte”, publica Hipertextual.

El genio de las matemáticas escribió un libro sobre sus experiencias titulado Un golpe de genialidad y viajó por el mundo contando su historia.

Su nombre llegó a todos los oídos, incluso a los de uno de sus atacantes, quien le ofreció disculpas y él las aceptó.

Síndrome savant o sabio

Padgette pertenece al grupo de 40 personas en el mundo que tienen el síndrome savant, lo que los ha convertido en prodigiosos talentos en matemáticas, arte o música.

El psicólogo Arturo Torres explicó a Infobae que este síndrome se debe a un funcionamiento anómalo del encéfalo; sin embargo, no es sinónimo de deficiencias.

“Si muchas áreas del encéfalo se disputan constantemente los recursos necesarios para funcionar y se da una descompensación en la manera de distribuirlos, es comprensible que algunas capacidades crezcan a costa de otras”, dice Torres al portal.

Esto explicaría la habilidad de Padgett con los números, pues percibe las matemáticas de forma distinta al resto de las personas.