El quiteño Gianny dejó de ser un artista callejero para convertirse en un miembro de los Latin Grammy.

Tocar en plazas, parques y hasta en autobuses no solo lo volvió un crack con las notas y acordes, fue “la mejor escuela” para valorar el arte.

Con lo que ganaba en los shows en la vía pública pudo grabar sus temas y así sacó ‘Indígena’, un disco con 17 canciones.

A Gianny no le gusta encasillarse en un solo género. El cantante, de 28 años, toca folclore, rap, vals, bolero, balada y pop.

Fue precisamente esa versatilidad la que le permitió llegar a las ‘grandes ligas’ y ser hoy parte del jurado de los premios latinos del gramófono.

Y aunque para el cantante no existe mejor experiencia que esa que se consigue en la calle, se profesionalizó en una universidad de la capital. “Algunos estudiantes solo van a perder el tiempo. Cuando me veían tocando en algún lado hacían cháchara, pero eso a mí no me importaba”.

Convencer a su familia sobre la carrera que había decidido tampoco fue fácil, aunque ellos lo “quieren mucho”, sufrían al imaginar que Gianny se “comería la camisa”. Pese a que por años el oficio no dio los frutos que esperaba, hoy vive de su arte.

Al cine

No solo en la escena musical internacional el quiteño está triunfando, en Ecuador se convirtió en el creador de la banda sonora de la película Misfit, de EnchufeTV. Todo comenzó cuando el productor de un estudio de grabación lo recomendó con los encargados de la cinta y entró en la jugada.

La canción ‘Locos’, una de las más representativas del filme, fue compuesta por Gianny hace años. “Me pareció perfecta para la película. Les mostré y les encantó… Componer es soltar y lo entendí desde el principio”, acota.

Para él, la experiencia en el séptimo arte fue rica, sobre todo porque tuvo la oportunidad de ser el coach vocal de los actores que le darían voz a sus melodías.