Las balas ‘zumbaron’ el domingo 12 de septiembre en diferentes sectores de Guayaquil, pues entre las 06:00 y las 21:00 siete personas fueron asesinadas a tiros, según los reportes de la Policía Nacional.

Los dos primeros casos se suscitaron en el denominado distrito Esteros, en el sur porteño, pues en la cooperativa Santa Mónica mataron a Bryan Bolívar Fajardo Villacrés, por robarle. El hecho fue catalogado como un deceso a causa de la delincuencia común.

De ahí, 20 minutos después, en la Isla Trinitaria liquidaron a tres personas que bebían en los exteriores de una casa, tras amanecerse en el festejo del cumpleaños de un amigo en común.

Las víctimas fueron identificadas como Miguel Alonso Alcívar Jaime, José Andrés Castillo Bravo y Jackson Alfredo Barreiro Arboleda. La Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) indaga el suceso como una posible disputa de territorio para el microtráfico de estupefacientes.

El siguiente hecho violento fue el asesinato, a las 13:00, del taxista informal William Javier Mena Moya, quien tras ser herido fue llevado de urgencia al hospital Luis Vernaza, pero en el trayecto murió.

Tras la verificación de datos, los agentes habrían obtenido datos del criminal y del vehículo en el que escapó, aunque hasta el cierre de esta edición no se reportaba su detención.

En un breve informe policial se precisa que se buscaba esclarecer la hipótesis de que el crimen se deba a una venganza.

A las 17:30, en Pascuales, mataron a Miguel Ángel Ortiz Alvarado, por una posible pelea relacionada con el tráfico interno de drogas.

Finalmente a las 21:00, en la calle que divide las cooperativas Adesdac y Voluntad de Dios, cerca de la Juan Montalvo, fue baleado Víctor Steven Baque Sánchez. A él, unos sujetos lo persiguieron hasta una escalinata del sector para rematarlo.

Tres menores de edad que jugaban en el sector resultaron heridos. En la zona, los moradores temían hablar, porque el hecho tendría relación con el narcotráfico.