Esta vez no fueron los gritos y las constantes peleas de una pareja lo que alarmó a quienes residen en un condominio ubicado en la ciudadela Sauces 4, en el norte de Guayaquil, sino el olor a humo lo que los despertó asustados.

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El fuego habría sido provocado por una mujer que, según información de sus vecinos, luego de una discusión con su pareja sentimental decidió quemar sus pertenencias.

“No es raro que la señora sea la protagonista de gritos, ya estamos acostumbrados. Siempre que se pelea con la persona con la que vive, todos tenemos que taparnos los oídos, pero de ahí a ocasionar un incendio es otra cosa, pudo pasar a mayores, incluso pudo haber afectados. Se le fueron los pies a la cabeza”, expresó con indignación una ciudadana que reside en uno de los 15 departamentos que conforman este inmueble de cinco pisos.

Esta persona, quien solicitó la reserva de su identidad, añadió que del susto, al observar que el fuego se esparcía en el tercer piso del condominio, donde reside desde hace más de una década, despertó a sus familiares por temor a que ocurra una desgracia con fatales consecuencias.

Otro morador contó que él fue quien alertó a sus vecinos del fuego, ya que su domicilio colinda con el de su vecina y al percatarse de las llamas salió despavorido.

“La mujer vive en el departamento propiedad de su madre, la señora está en Quito. Tiene años viviendo aquí, ya los vecinos estamos cansados. A veces llega con personas que consumen drogas. En su defensa ella dijo a los policías y bomberos que fue un atentado en su contra, y que por envidia para vengarse de ella le quemaron”, relató el vecino. (AEB)

Ante la emergencia suscitada en el inmueble de Sauces 4, dos vehículos del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil llegaron para apagar las llamas.

En el operativo de auxilio también colaboraron ocho bomberos, paramédicos, quienes llegaron a bordo de una ambulancia de la institución de socorro, además de policías del servicio preventivo.

Tres horas después de que las llamas contaminaron el balcón del tercer piso, aún se observaban en las paredes y techo los rastros del siniestro, que asustó a la barriada.

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