“¡Él se merecía otra oportunidad!” fue la frase que repitió dos veces una mujer cuando vio el cuerpo de su familiar asesinado, un hombre, en la noche del martes 26 de septiembre en la avenida Francisco de Orellana, al norte de Guayaquil.

Dos personas, un hombre y una mujer, fueron baleadas en la décimo tercera etapa de La Alborada, al pie de la vía mencionada, mientras habrían estado esperando ayuda por un desperfecto mecánico del auto blanco en el que se movilizaban. Según testigos, el vehículo se habría quedado sin combustible y ellos tuvieron que estacionarse a un lado de la vía.

Sin embargo, los supuestos gatilleros, que se movilizaban en una camioneta y los habrían estado siguiendo, aprovecharon la falla del auto y los interceptaron. El hombre acribillado se habría bajado del carro intentando escapar, pero fue alcanzado por las balas pocos metros más adelante, junto a un poste de alumbrado público.

Mientras que la mujer, que se encontraba dentro del automotor, fue acribillada luego de su acompañante. “Personal de Criminalística e Inteligencia se encuentra en el lugar para recabar indicios”, aseguró el coronel Paulo Espinoza, jefe del distrito Modelo.

El oficial añadió que en el sitio se halló un arma de fuego, misma que habría sido usada en el hecho violento. “Probablemente fue empleada para atentar contra su vida”, dijo el coronel.

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